Te quiero como un amigo
Hasta ahora pensaba que la peor frase que te puede decir una mujer es:
-“Tenemos que hablar…”.
Pero no, nada que ver, la peor frase que te pueden decir es:
-“Yo también te quiero… pero sólo como amigo”.
Eso significa que para ella eres el más simpático del mundo, el que mejor la escucha, el que mas sabe de su vida y sus más íntimos secretos… pero que no va a salir contigo NUNCA.
Va a salir con un impresentable, un guevón que solo quiere tirar con ella. Eso si, cuando el otro se mande una cagada, ella te va a llamar para pedirte consejo. Es como si vas a buscar trabajo y te dicen:
-“Señor Fernández, es usted la persona idónea para el puesto, el que mejor curriculum tiene, el mas preparado… pero no lo vamos a contratar. Vamos a tomar a un incompetente.
Eso si, cuando se mande una cagada ¿lo podríamos llamar a usted para que nos saque del lio?” Me pregunto, ¿que carajo hice mal? Fuimos al cine, nos cagamos de risa, pasamos horas tomando café…
¿A partir de que café nos hicimos amigos? Del quinto? Del sexto? Mierda, eso se avisa. Uno menos, y ahora estaría en la cama conmigo!
Para ellas un amigo se rige por las mismas normas que un Tampón: porque puedes ir a la piscina con el, montar a caballo, bailar… Lo único que no puedes hacer con el, es el amor.
Es que si lo piensas fríamente si para una mujer considerarte “su amigo” consiste en arruinar tu vida sexual, Que hará con sus enemigos?
A mi me parece muy bien que seamos amigos, lo que no entiendo es por que no podemos “tener relaciones sexuales como amigos”. Yo creo que la amistad entre hombres y mujeres no existe, porque si existiera, se sabría. Lo que ocurre es que cuando ella te dice que te quiere solo como amigo, para ella significa eso y punto. Pero para ti no. Para ti significa que si una noche estas en la playa, ella se pasa de tragos, hay luna llena, se han alineado los planetas y ¿un meteorito amenaza la Tierra…? ¡A lo mejor consigues echarle un polvito! Por eso te la calas, porque nunca pierdes las esperanzas. Que se ponga a salir con Ricardo? vahh!! ya van a cortar…
Cuando lo hace, tu atacas con la técnica de “consolador”:
– “No llores, el Ricardo ese es un guevón. Te mereces algo mejor, un tipo que te comprenda, un tipo que sepa estar ahí cuando lo necesitas… Que sea gordito, que sea humilde, que no tenga mucha pinta, que se llame Marcelo… como yo”. Al menos, siendo amigo puedes meter cizaña para eliminar competencia. Es la técnica del “gusano miserable”.
Cuando ella te dice:
– Ay, que bueno esta Fernando, ¿no?
-¿Fernando? Tiene facha, si… un poco bizco.-
– No es bizco, lo que pasa es que tiene una mirada muy tierna.
– Si, en eso tienes razón, me fije el otro día, cuando miraba a Sandra.
– No la miraba a ella, me miraba a mí.
-¿Ves como es bizco?
El colmo es que las mujeres consideran que tienen una relación “superespecial” con un tipo cuando pueden dormir con el en la misma cama y que no pase nada. Pero bueno, “lo superespecial” ¿no seria si pasara algo? ¿Aunque sea una tiradita de goma?
Un día después de una fiesta, te quedas ayudándola a recoger todo, como lo haces siempre, y cuando terminas, ella dice:
– Huy, es muy tarde, ¿por que no te quedas a dormir?-
– ¿Y donde duermo?-
– ¡Y, en mi cama bobo! Y te empiezan a temblar las patitas:
– “Listo!!! Esta es mi noche, se han alineado los planetas!”
Al rato te das cuenta de que no son precisamente los planetas los que se han alineado, porque ella, como son amigos, con toda la confianza, se queda en franela y pantaleta, y tu visto lo visto piensas:
-“Me voy a tener que quedar en calzoncillos…con la alineación de planetas que llevo encima, el coño de la puta madre!!” Así es que te metes en la cama de un salto para que no se te vea la carpa y doblas las rodillas para disimular. Ella se mete, te pega el culo y te dice:
-“Hasta mañana”. ¡Y se duerme!
-“La puta madre, ¿como mierda se pudo dormir tan pronto? ¿Pero esta caraja no reza, ni nada?”. ¡Estas acostado con la caraja que te gusta! Al principio no te atreves a moverte, para no tocar nada.
Sabes que si en ese momento hicieran un concurso, nadie podría ganarte:
Eres el tipo con la mayor calentura del mundo. ¡Y que larga se te hace la noche!
Te vienen a la cabeza un montón de preguntas:
“¿Tocar una teta con el hombro será de mal amigo?
¿Y si es la teta la que me toca a mi?”.
Pero después de muchas horas ya solo te haces una pregunta:
“¿Seré realmente un guevón?”. No puedes creer que estés en la misma cama y no vaya a pasar nada. Confías en que en cualquier momento se de la vuelta y te diga:
“Ven tonto, que ya sufriste bastante, ¡hazme tuya!”.
Pero no. A las mujeres nunca les parece que hayas sufrido bastante.
Y mira que sufres… Porque tienes toda la sangre del cuerpo acumulada en la cabeza (si, en esa cabeza). Se han dado casos de hombres que han llegado a reventar. Pero ahí no termina tu humillación.
A las siete de la mañana suena el timbre de la puerta:
– ¡Ay, es Ricardo!!
– ¿Ricardo? ¿Pero no lo habías dejado?
– Después te cuento, que ahora estoy apurada.
Me olvide de decirte que iba a traer a su perro, porque como nos vamos a esquiar…, yo le dije que el perro mejor que con tigo no iba a estar con nadie. ¡Que tu eres un amigo!
Tienes mala cara… ¿dormiste bien? Te quedas mirándola fijo, con el mástil a media asta y por tu cabeza se te cruzan las 1001 mentadas de madre, y las 101 posiciones que podrían haber practicado esa noche.
Y ahí nomás te quedas con el perro, que ese si que es el mejor amigo del hombre.