1–Se saludan todas las mañanas con un beso.
2–Se desean un buen un día uno al otro.
3–Se abrazan fuerte cada vez que se ven.
4–Se recuerdan que se aman durante el día.
5–Se sorprenden con detalles o actos de servicio.
6–Se esfuerzan por complacer y agradar al otro.
7–Se muestran sincero apoyo en los planes del otro.
8–Se ponen metas juntos a corto y a largo plazo.
9–Se animan, se motivan y se admiran uno al otro.
10–Se agradecen mutuamente de manera regular.
11–Se hacen reír y se dicen cálidos cumplidos, algunos subiditos de tono, y sin faltar lindas palabras.
12–Se tocan físicamente en cualquier momento.
13–Se dedican tiempo de calidad uno al otro y aman realizar actividades en conjunto.
14–Se tienen empatía y consideración y en tiempos difíciles interceden a Dios por el bienestar del otro.
15–Se perdonan uno al otro, pero ambos luchan y se esfuerzan por no repetir la falta perdonada.
El matrimonio es una total bendición para quien aprende a vivirlo conforme a principios, y hábitos que lo hacen fuerte, para quienes eligen cuidar, valorar, respetar y guardar fidelidad y lealtad a su cónyuge.
Se vuelve una aventura sin igual que añade virtud y complementa la dicha que solo Dios nos puede dar, porque a pesar de atravesar problemas, pleitos y desacuerdos el amor nos ayuda a permanecer unidos.