Por Manuel Gómez Sabogal
Que yo sepa, México es, en este momento, un país que nada en atrocidades por culpa del narcotráfico. Hay corrupción, violaciones, desaparecidos, mafiosos que ponen a prueba el gobierno. Sin embargo, allá se llenaron de orgullo cuando se presentó la película “Coco”, la cual sigue gustando y es aclamada en muchas partes del mundo.
Así mismo, hay otros filmes inspirados en Latinoamérica como “Los tres caballeros”, “Las locuras del emperador”, “Up” y las reacciones siempre fueron de maravilla. Comentarios llenos de optimismo y alegría.
En estos días, Disney presentó el tráiler de una película que será, sin lugar a dudas, bella: “Encanto”, como homenaje a Colombia. Inmediatamente, los envidiosos y los negativos, aquellos que solo ven sombras, empezaron a escribir sobre el cinismo de Disney al hacer una película “para idealizar un lugar que ha sido escenario de la peor de las guerras, de la peor de las barbaries”.
Nunca van a ver la luz. Porque pertenecen a la oscuridad. Deben dejar la impotencia y ver algo maravilloso en la vida. Parece como si el odio y resquemor estuvieran sembrados en ellos.
Cuando salió esa bella promoción de Disney, estaban listos los amigos de las sombras para oscurecer semejante belleza que habla bien sobre un país donde todos se odian, detestan y son egoístas. Un país dividido por los políticos, porque ese es su interés.
Disney muestra un rayo de luz que ilumina este ensangrentado país, pero muchos empezaron a hablar de las masacres y de que a Disney no le importaba lo que sucedía aquí…Gracias a Dios aparece algo bueno más allá de la oscuridad…
Los envidiosos y mediocres buscan que quien se halla haciendo buenas obras no pase. Le ponen zancadilla. Solo buscan hacer daño. ¡Lo importante es que se haga añicos y no quede nada, ni la sombra! Que su futuro sea negativo.
Eso hacen los envidiosos. Los que nunca han podido brillar con luz propia. Los que jamás han podido sobresalir o mostrar obras, porque nunca han sido capaces. Porque los envidiosos son mediocres, incapaces. Ni dan la cara, ni luchan. Eso hacen aquellos de mente perversa. Los envidiosos jamás muestran frutos, porque nunca siembran bondad. Sólo siembran cizaña. Esos ríen y se sienten felices viendo cómo muestran todo lo negativo, pero no pueden ver esa magia que otros sí vemos. Sienten que su obra es plena cuando prensa, radio y televisión muestran sus “logros”. Son como hienas.
La envidia carcome mi bello país. Por la miserable envidia hay quienes deben sufrir los rigores de quienes se creen magos y se las saben todas.
Los envidiosos son mediocres e hipócritas. Son incapaces y nunca tienen obras para mostrar, porque no las realizan y no tienen con qué. Solo critican y hablan de “que no puede ser posible que se escoja la selva de este país, casi siempre escenario de torturas, decapitaciones, desmembramientos, para contar una historia fantástica”. Les cuento que sí, se pueden contar historias maravillosas, fantásticas y llenas de alegría y luz de este hermoso país que se llama Colombia, aunque les duela.
Los incompetentes y mediocres se conocen fácilmente. Se dejan ver y se dejan sentir en las redes, porque muestran la cizaña. De ahí no pasan.
Algunos dicen que “primero la memoria antes que los cuentos de hadas”. Tengo memoria. He vivido en medio de tristezas, lágrimas, llanto debido a la miserable guerra, la corrupción, las violaciones, niños que mueren por hambre y mucho más, pero debo pensar positivo.
El virus que nos agarró en el 2020, nos ha hecho trizas. Sin embargo, debemos seguir adelante. Debemos ser capaces de lograr lo mejor.
Disney es protagonista hoy, logra felicitaciones, porque lo que hace, se ve en el mundo.
Gracias Disney por “Encanto”, aunque haya quienes sientan que no debe hablarse de cosas bellas. Que queden desencantados aquellos envidiosos y ruidosos que hablan siempre de lo malo y negativo. Que no encuentran palabras como perdón, afecto, ternura, magia, belleza.
Colombia tiene su Encanto y Disney lo muestra. Gracias, Disney.