Los buenos amigos hacen más llevaderos los traspiés con los que a veces nos sorprende la vida, mientras que los malos empeoran la caída o son la causa de ella.
Aunque aprender a aceptar a las personas tal y como son es una virtud, hay momentos en los que se convierte en una desventaja. Si te sientes identificado con esto, puede ser el momento de reconsiderar la calidad de tus relaciones interpersonales e introducir cambios definitivos.
Este listado de claves para identificar a los buenos amigos y construir relaciones más sanas te ayudará a no equivocarte:
1. Los buenos amigos mejoran tu estado de ánimo
La ciencia está de acuerdo en que las emociones son contagiosas. Por eso, los buenos amigos son más fáciles de reconocer de lo que piensas: hacen que nos sintamos energizados y que recuperemos el entusiasmo en momentos de dificultad.
Si quieres descifrar qué tan positiva está siendo la presencia de un amigo en tu vida, pregúntate cómo te hacen sentir sus consejos y opiniones personales. ¿Te anima a superar las adversidades o siempre tiene algo negativo que decir?
2. Los amigos que valen la pena afectan positivamente en cómo te ves a ti mismo
Cuando alguien tiene una imagen favorable o destructiva de ti, su comportamiento cambia. Si la impresión es positiva, serás respetado y apreciado; si es negativa, serás humillado u ofendido.
Si bien no es tan importante lo que los demás piensen o no, hay evidencia de que la impresión que tienen de ti las personas más cercanas influye en cómo te percibes a ti mismo. De modo que, si estás rodeado de amigos tóxicos que te desaniman y llenan la cabeza de pensamientos negativos a diario, tarde o temprano acabarás creyendo lo que dicen.
3. Los buenos amigos influyen para bien en tus gustos personales
Tener amigos siempre será una motivación para probar cosas nuevas (comida, música, hábitos), pero ¿te has preguntado qué tan provechoso es lo que te animan a probar tus compañeros de vida actuales?
Mientras que algunos amigos te invitarán a leer más o acompañarlos al gimnasio, es posible que otros insistan en compartir contigo “la magia” de los excesos –sean legales o no–. A largo plazo, si te dejas llevar, tu vida podría verse afectada significativamente; por desgracia, no para bien.
4. Los amigos que te convienen contribuyen a que te sientas más feliz y saludable
Como consecuencia de todo lo anterior, los buenos amigos son animadores permanentes que brindan apoyo físico y emocional en situaciones difíciles, y proponen múltiples formas de ayudarnos a ser mejores personas.
Pregúntate si quienes consideras tus amigos en la actualidad han sido un soporte en momentos críticos. ¿Gracias a ellos te has sentido mejor cuando lo necesitabas? ¿Sus recomendaciones se orientan a mejorar tu calidad de vida o a perjudicar tu salud?
¿Qué hacer con los malos amigos?
Si tu círculo de confianza no cumple con las cuatro características de los buenos amigos, lo más seguro es que tus relaciones no sean muy sanas al día de hoy. En dado caso, dependerá de ti tomar la decisión de priorizar tu bienestar personal y abrirte a elegir con más cuidado a quienes influyen diariamente en tu vida.
No subestimes el poder que pueden tener los malos amigos para enriquecer tu futuro o convertirlo en un pantano de lamentos. Bien lo dijo el escritor Mark Twain: “Aléjate de la gente que trata de empequeñecer tus ambiciones. La gente pequeña siempre hace eso, pero la gente realmente grande te hace sentir que tú también puedes ser grande”.