El suicidio adolescente es un problema grave, y que está creciendo. Según la Organización Mundial de la Salud, el 77% de los suicidios ocurren en países de ingresos bajos o medios y, en 2019, esta fue la 17ºva causa de muerte más común en el mundo.
Los expertos han llegado a la conclusión de que los factores de riesgo de suicidio varían con la edad, el sexo, el grupo étnico, la dinámica familiar y los eventos estresantes de la vida, pero las enfermedades mentales son el factor asociado más importante. Aquí se incluyen problemas como la depresión y los trastornos por abuso de sustancias (drogas y alcohol).
¿Cuándo hay más riesgo suicidio adolescente?
El riesgo de suicidio aumenta cuando los jóvenes se sienten abrumados por circunstancias externas que implican grandes cambios en su vida, como:
- La pérdida de un ser amado.
- La violencia familiar.
- La confusión con respecto a la orientación sexual.
- El abuso físico y sexual.
- Ser víctima de acoso escolar.
- Una mudanza.
- Cambios financieros en la familia.
Todo esto predispone a los adolescentes a trastornos mentales que no siempre se manifiestan igual. Es decir que, mientras algunos chicos se vuelven retraídos, es posible que otros comiencen a tener problemas disciplinarios.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Los signos de advertencia del suicidio adolescente incluyen:
- Hablar sobre la muerte: Hablar sobre morir, desaparecer, escapar del mundo real, dispararse a uno mismo o a otros.
- Cambios en la personalidad: Notar a los chicos más introvertidos, irritables, ansiosos o que han perdido el interés en las actividades cotidianas (incluyendo el cuidado de la apariencia personal).
- Baja autoestima: Sentirse inútil, avergonzado o culpable por tener ciertas características personales.
- Miedo a perder el control: Actuar con indecisión, de maneras que pudiesen causar daño en uno mismo o herir a otros.
- Desesperanza: creer que las cosas nunca mejorarán, o que nada cambiará.
- Hábito autodestructivos: como el aumento en el consumo de drogas o alcohol, los cambios en la alimentación y la privación del sueño.
¿Cómo saber si mi hijo quiere suicidarse o solo intenta llamar la atención?
Muchos padres niegan la conducta suicida de sus hijos porque asumen que solo es un acto de rebeldía, incluso normalizan la situación para no tener que aceptar que algo anda mal.
Es importante asumir que las amenazas o intentos de suicidio son un grito de ayuda. Siempre será mejor tomar en serio los planes y comentarios de un adolescente que manifiesta deseos suicidas, hablar con un profesional de inmediato y recibir ayuda a tiempo.
¿Cuál es el tratamiento para un adolescente con ideación suicida?
Cuando ha habido un intento de suicidio, los profesionales recomendarán primero una evaluación tomando en cuenta los eventos que han ocurrido en la vida del chico recientemente. Por ejemplo, un divorcio, fallecimiento o ruptura amorosa.
La forma de obtener esta información y trabajar en una mejoría puede variar dependiendo de los síntomas, edad y salud general. Algunas opciones son:
- Terapia familiar.
- Terapia individual.
- Ingreso temporal a un centro de rehabilitación.
- Medicamentos.
¿Qué puedo hacer como padre/madre para ayudar?
Todo empieza por no ignorar las señales, y mantener una comunicación constante y transparente con tus hijos. Estos son algunos consejos para prevenir la ideación suicida:
- Anima a tus hijos a pasar tiempo con amigos y familiares positivos, que sean un ejemplo de superación y resiliencia.
- Monitorea las cuentas de redes sociales de tus hijos. Si están molestos o decepcionados, es probable que decidan expresarlo en una publicación. Tan pronto veas señales de alerta, no esperes hasta que tus hijos se acerquen a pedirte ayuda; da el primer paso, pregúntales qué sucede y ofrece tu apoyo.
- Ayuda a tus hijos a desarrollar un estilo de vida saludable. Si les gusta el deporte, promuévelo. Haz cambios en casa para que la alimentación sea más saludable y pasen tiempo al aire libre. También es importante que las horas de sueño sean suficientes.