La asertividad es la capacidad de expresar tus pensamientos y sentimientos de forma clara, directa y regular; también consiste en mantener el equilibrio entre ser demasiado pasivo o agresivo, a esto se le llama comunicación asertiva.
Ser asertivo es una habilidad importante en la vida. Nos permite pedir lo que necesitamos y queremos, teniendo en cuenta las necesidades de los demás. Cuando no sabemos ser asertivos con otra persona, esto puede acarrear problemas en el futuro y causar resentimiento en las relaciones.
En este artículo, exploraremos lo que ocurre cuando no sabemos comunicarnos y por qué la asertividad es tan valiosa.
¿Qué pasa cuando no usamos la comunicación asertiva?
No saber comunicarnos puede hacer que nos comportemos de forma pasiva-agresiva. He aquí algunos ejemplos:
- Si eres demasiado pasivo: No dirás cuando algo te moleste, y eso puede llevar a situaciones negativas en el futuro. Por ejemplo, si tu jefe te pide que hagas algo poco ético o ilegal, pero tú no quieres expresar tu desacuerdo, podrías acabar infringiendo la ley sin darte cuenta.
- Si eres demasiado agresivo: Terminas dando rienda suelta a tus pensamientos, y pasas por alto la importancia de elegir bien las palabras. Como resultado, es fácil herir a otras personas y dañar tus relaciones.
La agresión pasiva es una forma de comunicación muy destructiva, ya que provoca malentendidos y resentimiento en ambas partes, porque ninguna se siente escuchada o comprendida.
Cuando somos asertivos, somos más justos
Aunque la comunicación asertiva no consiste en conseguir lo que uno quiere a toda costa, tampoco se trata de ceder a todo lo que los demás quieren. La clave está en encontrar soluciones a los problemas manteniendo tus propios derechos y necesidades.
De esta manera, la asertividad nos ayuda a ser más justos con nosotros mismos y con los demás. Significa hallar un punto medio que respete a todos los implicados. Por ejemplo:
- “No me siento seguro viviendo en esta calle, porque hay demasiado ruido. ¿Podemos hablar de buscar otro lugar?”. Esto comunica a la otra persona tu postura sin convertirlo en un ataque y sin tratar de imponer tu opinión al primer intento.
- “No creo que esta decisión solucione el problema, pero podemos hablar de ella y encontrar una mejor alternativa juntos”. Esto demuestra que, aunque no estés de acuerdo con una persona, tienes la intención de valorar sus aportes.
Aprendiendo los beneficios de la comunicación asertiva
La asertividad es mucho más que un esfuerzo sincero por prestar atención a tus necesidades y deseos. El ejercicio no es un hecho puntual, sino un proceso continuo.
Comienza por entender tus propias necesidades y deseos. Luego, enfócate en entender las necesidades y propósitos de los demás, e intenta ponerte en su lugar. Esto te ayudará a encontrar las palabras correctas para llegar a un punto de acuerdo, inclusive en los asuntos más delicados.
Además, ¡comunicarte mejor te ahorrará muchos problemas! Es una habilidad que contribuirá a que tu vida sea más feliz, plena y gratificante. Si quieres aprender técnicas de comunicación asertiva puedes consultar con un experto que te guíe en el proceso y te ayude a entender los beneficios en todos los aspectos de tu vida al aprender a comunicarte.