Por Manuel Gómez Sabogal
“Me gusta la gente que cuando saluda, te aprieta la mano con fuerza y sin duda. Me gusta la gente que cuando te habla, te mira a los ojos, te mira de frente. Te dice a la cara aquello que siente y nada se calla y no tiene dobleces. Me gusta esa gente”
Hace unos años tuve la oportunidad de escuchar, por primera vez, esta hermosa canción, gracias al obsequio de una gran amiga, Luz Marina Leal Gutiérrez.
Recuerdo que, en esa época, tenía el programa radial Rayuela en la UFM 102.1. Y a partir de ese día, esa fue la música de fondo hasta el día en el cual terminó el programa, en 2018.
Y es cierto. Me gusta la gente honesta, sincera, que no manipula.
Con la gente que me gusta, me encanta hablar, sentarme a tomar un café con ellos. Reírme de las cosas sencillas de la vida. Salir de paseo, jugar un partido, caminar.
Con la gente que me gusta salgo a la rumba cuando se puede. Escuchamos música. Vamos a pasear. Hablamos de proyectos, deportes y del trabajo. Especialmente cuando el trabajo es lo que haces y lo que haces te encanta. Cuando esa gente se contagia de alegría, optimismo y con mucha fe realiza sus obras, escribe, perfecciona labores, no acumula, sino que rápidamente termina lo que debe. Esa gente me anima, me motiva, me llena.
Con la gente que me gusta, echamos chistes, gozamos, disfrutamos. Esa gente que no se enoja. Esa gente que sabe que reírse de uno es saber disfrutar la vida, es conocerse mucho más.
Me gusta la gente que no es hipócrita. Que es frentera. Que sabe decir las cosas cuando cree que debe hacerlo. Me gusta la gente que no manipula. Me gusta la gente que respeta y vive los lemas de los cuales habla o escribe.
Me gusta la gente que me hace reír, que tiene una sonrisa siempre. Que saluda, da gracias, echa chistes, tiene tiempo para tomarse un café conmigo, habla de cine, lee, habla de escritores, me enseña constantemente.
Me gusta la gente que cree en los demás, que siente los abrazos, que no se queja constantemente, que tiene espíritu, ánimo.
Me gusta la gente que no habla mal de los demás, que no me envía memes sobre políticos o política, que respeta mi forma de pensar. Que no siente odio hacia las personas. Que siente que puede cambiar, porque día a día se aprende algo nuevo y bueno.
Me gusta la gente que entiende cuando le pido que no me remita textos, imágenes, memes u otros elementos que no son agradables y que hablan mal de otros.
Me gusta la gente que cada día siente que la vida es bella y hace que siempre me enamore de la vida.
Me gusta la gente con la cual me puedo sentar a hablar de la vida, a reír, soñar…
Y no me canso de repetir que me gusta la gente…la gente buena.
“Con la gente que me gusta, alrededor de una mesa, cualquier vino es un poema, cualquier charla, la locura”…