Esta es una pregunta que me parece supremamente importante analizar y revisar con responsabilidad. Lo primero que debemos comprender es que los resultados que se obtengan a nivel financiero son 100% nuestra responsabilidad y no dependen de nadie más que de nosotros mismos.
Puede que estés pensando que esto no es así, que en tus resultados financieros influye el gobierno, tu pareja, tus padres, el entorno en el que te criaste, el país en el que vives… Y seguro que podrías encontrar una lista interminable de posibles culpables de la realidad financiera que estás viviendo.
Mientras sigas creyendo esto, no vas a ser capaz de lograr resultados distintos a los que hoy tienes.
Ponte a pensar, imagina que preguntáramos a un grupo de personas:
“¿Por qué crees que no estás teniendo los resultados financieros que te permitirían vivir con abundancia y prosperidad?”
Si la respuesta de todos fuera culpar al estado, a la familia, al jefe, a su empresa, o a cualquier otro…
¿Quién estaría asumiendo algo?, ¿Quién se estaría haciendo responsable de generar un cambio?
Lamentablemente, esto sucede más de lo que te imaginas. La mayoría de la gente no tiene el interés por hacer algo que cambie su situación, porque se dicen a sí mismos que la culpa no es suya, sino de cualquier otro.
¿Pero crees que seguir pensando así, te permitirá lograr cambiar tu situación?, ¿Crees que al que hoy haces responsable de tu situación financiera cambiará en algún momento para que finalmente logres los resultados que deseas?, ¿Si no lo ha hecho hasta ahora, por qué iba a hacerlo más adelante? Piénsalo.
Si te paras a analizarlo, comprenderás que la realidad es que la mayoría de las personas no asumen su situación y si no estás dispuesto a asumir, tampoco estarás dispuesto a aprender cómo lograrlo.
Entonces, si no asumo mi responsabilidad ¿Qué tendría yo que cambiar, si finalmente es el otro el que debería hacerlo para que yo logre lo que deseo?
¿Tiene sentido?
Debemos hacernos responsables de nuestra vida para lograr los resultados que deseamos.
Pero para esto debemos actualizar gran parte de la información que nos sigue llevando a creer que la responsabilidad está fuera de cada uno de nosotros.
Y esto no solo se aplica a nivel financiero, sino para cada aspecto de nuestra vida personal.
Si hay algo en lo que no estás logrando el resultado deseado ¿Qué estás haciendo para que esto HOY cambie?
Si no tomas la decisión de hacerlo por ti mismo, no descubrirás y aprenderás a usar las herramientas que necesitas para enfrentarlo y puede que te quedes estancado indefinidamente en el mismo punto o que poco a poco, vayas retrocediendo.
Entonces, debemos disponernos a aprender, no a que los demás lo hagan por nosotros.
Es como decirle a nuestro hijo cada día: “No hagas las tareas, yo las hago yo por ti”
¿Le estaríamos ayudando?, ¿Qué pasará cuando tu hijo tenga que presentarse a los exámenes sin ti?
Pues con el manejo de las finanzas es igual, debemos disponernos a aprender, descubrir y aplicar la información que nos permita llegar a esos resultados por nosotros mismos y no esperar a que llegue otro a hacernos la tarea. Por que, tal vez, puede que te quedes esperando por el resto de tu vida y no veas cambio alguno.
Así que, cuanto más asumamos que somos responsables de nuestros resultados, mejor. Cuanto más estemos en modo aprendiz y modo apertura, mejor. Cuanto más estemos dispuestos a hacer lo que tengamos que hacer para que las cosas cambien, mejor. No esperes a que los demás lo hagan por ti. Toma las riendas de tu vida ahora mismo.
Si todavía no sabemos cómo lograrlo, debemos disponernos a aprenderlo. Si no te dispones a aprender tú, es muy poco probable que tus resultados cambien.
Y si tu justificación es por falta de tiempo, de dinero, o por cualquiera excusa que quieras poner, está bien… Si eso te impide lograrlo, no pasa nada, finalmente tus resultados son tuyos y de nadie más y eres tú quien decide en qué momento deseas cambiarlos.
La pregunta acá es:
¿Cómo de satisfecho estás con tus resultados actuales?
Si no estás satisfecho, evalúa si tu manejo del tiempo, la falta de dinero, el miedo o la excusa que tengas seguirá eternamente siendo suficiente limitante para asumir el control de tus finanzas y de tu vida.
Finalmente, la decisión es tuya.