El gigante de Extremadura, Agustín Luengo Capilla, medía unos 2,35 metros. Una altura impresionante, pero que casi palidece ante la de Robert Pershing Wadlow. Este segundo hombre, estadounidense nacido en 1918 y fallecido muy joven, ha sido el hombre más alto de la historia. Dicho sea esto con la prudencia de que, si ha existido otro más alto, no ha sido registrado.
Wadlow medía, agárrense bien, 2,72 metros. El Gigante de Alton, como se le apodó, murió joven, con tan sólo 22 años. No dejó de crecer nunca hasta su muerte, y eso era una condena, el crecimiento constante era en realidad una condena. Por supuesto, su peso era acorde a ese tamaño y a pesar de ser un hombre delgado, sobrepasaba los 200 kilos. Sus pies, como todo él, eran enormes.
La altura máxima, sabiendo que crecía constantemente, quedó registrada poco más de dos semanas antes de morir, cuando dos médicos le tomaron medidas, resultando en esos 2,72 metros. Como era de esperar, Wadlow se convirtió en una atracción y una celebridad, como podemos contemplar en el vídeo que hay al final del texto.
Su muerte indica algo de mala suerte, pero también tuvo que ver en su final su condición particular, como antes decía, esa condena. A pesar de sus problemas para andar y de que había perdido cierta sensibilidad en las piernas, Wadlow seguía caminando. En julio de 1940 dio una mala pisada y se lesionó un tobillo. La herida, simple en primera instancia, se infectó y las complicaciones acabaron por llevárselo al otro mundo. Su funeral fue un acontecimiento, aunque sospecho que muchos se acercaron sólo por ver el enorme ataúd, de unos 3 metros de largo. Hicieron falta una docena de porteadores para llevar al pobre Wadlow hasta su tumba. Por cierto, esta muerte me recuerda a la muerte de Jack Daniels, el fundador de la popular y mítica destilería de whiskey.
En el vídeo que pueden ver a continuación (si leen la entrada desde su email, es posible que no aparezca y que tengan que visitar el blog para verlo) muestra a nuestro protagonista en acción y en movimiento. Se puede apreciar claramente la altura y la desproporción de su tamaño con respecto al resto de personas.
Vía Cvristoria