Si bien no existen causas específicas para este padecimiento, puede deberse a virus o a condiciones infecciosas o psicológicas
Sentir fatiga al despertar puede ser algo común en personas que duermen pocas horas, viven con estrés, no se alimentan bien o tienen horarios de trabajo no convencionales; sin embargo, cuando el cansancio persiste puede ser un indicio de síndrome de fatiga crónica, dice un especialista.
«Es un trastorno con características heterogéneas que se caracteriza por sentir una fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente», explica el médico cirujano Carlos César Carrasco Curiel.
De acuerdo con el especialista, que es enlace médico de Laboratorios Silanes, existen algunos otros síntomas que están relacionados con este padecimiento, entre los que se encuentran la dificultad para realizar actividades físicas e intelectuales, y trastornos del sueño.
En el estudio Síndrome de Fatiga Crónica y su Diagnóstico en Medicina Interna de los servicios de Medicina Interna del Hospital Universitario La Paz, de la Universidad Autónoma de Madrid, se calcula que este síndrome afecta en el mundo a entre 2 millones y 5 millones de personas a partir de los 40 años, en su mayoría a mujeres.
Carrasco Curiel señala que no existen causas específicas del síndrome, pero pueden ser virales o fruto de un herpes o de padecer leucemia, aunque se puede deber también a condiciones infecciosas o psicológicas.
Debido a que los síntomas en su mayoría son dispersos, muchos médicos no son capaces de diagnosticarlo correctamente, pero Carrasco Curiel apunta que existen algunas claves para determinar si alguien padece este síndrome.
«Lo primero que tenemos que ver es cuánto tiempo lleva el paciente con los síntomas. Si los sufre por más de seis semanas podemos hablar de que padece el síndrome», asevera.
Explica que, además, se debe tomar en cuenta la llamada fatiga posesfuerzo, la cual empeora luego del esfuerzo físico y mental; además de la pérdida de memoria a corto plazo y el dolor muscular, de cabeza o articular.
Asegura que el tipo de vida de la persona promedio agrava estos padecimientos, ya que se ven sometidas a ritmos de trabajo extenuantes.
«Tienen poco tiempo para divertirse o relajarse. En las grandes urbes el estrés por estar en el transporte lleva a estados depresivos, y levantarse muy temprano evita tener un sueño reparador, solo por poner algunos ejemplos», agrega el experto.
Del mismo modo, advierte que este síndrome afecta cinco veces más a las mujeres que a los hombres.
«Tienen responsabilidad laboral, de casa, desequilibrios hormonales y todo ello incide en el desarrollo de esta afección», añade.
Aunque no existe un tratamiento específico para este problema, recomienda hacer ejercicio de forma regular, y advierte que en ocasiones es necesario dar fármacos y vitaminas que contengan complejo B y ácido fólico. A las mujeres, les indica que se den un tiempo para ellas mismas y «no entregarse completamente a los hijos o al trabajo».
Cuando la mente también resulta afectada, se debe enviar al paciente a un psicólogo. Pero lo que se debe tener en cuenta es que todo esto no tiene un efecto inmediato, sino que tiene que ser gradual, advierte.
Finalmente, destaca la importancia de que los médicos de primer nivel estén alertas a los síntomas para poder hacer un diagnóstico oportuno y evitar que surjan complicaciones.
«Él es el responsable de hacer una historia clínica específica y debe referirlo a los diferentes especialistas para tratar los distintos síntomas. Pero es importante que se tome conciencia al respecto», finaliza.
Vía El Nacional