“De que sirve la soberbia, de que sirve aparentar, si en las cosas más sencillas está la felicidad. Menos mal que hay mucha gente, gente buena de verdad. Esos que tienen de todo y no han perdido la humildad”
Las canciones alegres y con mensaje del argentino Palito Ortega te ponen a pensar. “Gente buena” es un sueño, pues por más que en todas partes se habla acerca de lo mismo, la gente sigue igual. Las noticias no cambian sino de titular y aunque mucha gente hace promesas antes de terminar el año, el que empieza llena las páginas de los periódicos y los noticieros con informaciones plagadas de masacres, miseria, muertes y desesperación. Los jóvenes se suicidan, los niños y niñas son violados. Nada cambia.
Hay gente buena y quienes somos optimistas seguimos sembrando para que haya mejores oportunidades en nuestra tierra. Empecemos por nuestro Quindío. Aquí hay mucha gente buena de verdad. Si todos nos unimos para lograr que los valores se sigan forjando y para que niños y jóvenes entiendan que el estudio y las oportunidades existen, entonces habrá unos cambios grandes.
Hay gente buena entre los quindianos. Se puede hacer más por esta región y pensar en todos los cambios que pueden lograrse para bien del pueblo. El Quindío merece mucho más. Es pequeño y se puede trabajar pensando en la gente. Muchos quindianos también pueden ser gente buena.
Hay gente buena entre los empresarios. Ellos pueden pensar más en generación de empleo. Hay jóvenes con un título bajo el brazo, pero prefieren emigrar en busca de otras tierras que creen, son más generosas. Pero, aquí pueden quedarse, si esa gente buena cree en los egresados de las diferentes instituciones, cree en los jóvenes que han logrado culminar una carrera, entonces habrá empleo. Otros pueden iniciar sus empresas, ser emprendedores.
Hay gente buena entre los jóvenes. Si estos tuviesen más oportunidades en sus colegios, sus hogares, todo sería diferente. Si se les escuchara, todo cambiaría. Ellos también piensan, crean, inventan, saben, conocen, tienen ideas, son geniales, dicen la verdad, son sinceros, son honestos.
Hay gente buena entre los estudiantes. Esas pandillas en los colegios, deben acabarse, deben eliminarse. Los jóvenes, el futuro del país, no pueden continuar creyendo que las guerras deben ser eternas.
Hay gente buena en las familias. En los vecinos. En nuestras cuadras, en nuestros barrios. Creamos en los demás. Si confiamos en nosotros, podemos creer en los otros.
Hay gente buena y está en todas partes. Lo sabemos, pero el mundo moderno, ajeno a las cosas sencillas, simples, nos arrebata las emociones más agradables. Y conocer a los demás es una de ellas.
“De qué sirve la riqueza cuando no se tiene amor, de qué sirve tener todo y vacío el corazón. Muchos miden los valores solo por lo material. Es mejor ser millonario en amor y en amistad”
Manuel Gómez Sabogal