
Por Manuel Gómez Sabogal
No es muy común escuchar sobre la violencia ejercida en contra de los hombres en una pareja, pues históricamente, en torno a la figura masculina se ha marcado un estereotipo caracterizado por la fuerza física y por la insensibilidad, caso contrario al creado para la mujer. Sin embargo, un caso de maltrato al hombre es mucho más habitual de lo que nosotros pensamos.
Entre los principales motivos por las cuales los hombres no denuncian ser víctimas de violencia doméstica se pueden destacar los siguientes:
- Sentirse avergonzado: Cuando se produce la violencia contra el hombre, generalmente ésta suele ser vista con risas entre las demás personas.
- Dificultad para ser creído por las autoridades. Generalmente la policía no suele dar mucha credibilidad a los hombres maltratados, o en caso de creerse, se minimizan los abusos.
- Negación del problema. Esto es común en los dos géneros, independientemente de la parte que sea maltratada, siendo la idealización un factor imperante para que esto suceda.
- En el caso de algunos homosexuales hombres. Temor a tener que reconocer públicamente su identidad sexual, pues un alto porcentaje lo oculta de sus familiares, principalmente.
Las feministas de la dominación están convencidas de que las mujeres siempre son inocentes en casos de acoso sexual, sin advertir que también hay hombres inocentes, que además pueden ser dañados, consideró la antropóloga Marta Lamas Encabo.
Al presentar en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México su más reciente trabajo ‘Neoliberalismo y puritanismo. El caso del discurso hegemónico sobre el acoso sexual’, la doctora Lamas Encabo dijo que entre los efectos de poder que el teórico social francés Michel Foucault buscó en las creencias y en las prácticas sexuales, “yo vería hoy el victimismo y el mujerismo que articulan el discurso hegemónico sobre el acoso”.
Hace unos años, el papá de un amigo era acosado por una mujer. Ella sabía que hacía poco había recibido su pensión y ella decidió buscarlo mañana, tarde y noche. Salían juntos y ella invitaba a departir en diferentes sitios.
Mi amigo se dio cuenta de lo que sucedía, pero poco o nada podía hacer, pues los días pasaban y la mujer lo asediaba a toda hora. Además, aprovechaba porque como vivía solo, era fácil presa para sus deseos.
Un día, mi amigo, cansado de esa situación, decidió que se llevaría a su padre para Bogotá. Así sucedió. Desafortunadamente, fue en época de pandemia. Cambio de clima, soledad del viejo, pues quería salir a toda hora. Sin pensarlo, un día cualquiera, el virus se lo llevó.
Otro caso, el de un amigo docente, quien era asediado por una alumna casada. Le escribía notas, lo buscaba, lo frecuentaba donde estuviera, lo asediaba constantemente.
Mi amigo vivía solo en su apartamento. Ni ella, ni los demás compañeros, sabía dónde residía, pues prefería evitar líos.
Ella le pidió que la llevara que nada pasaría. Nunca sucedió. Lo cierto es que en los baños de la institución se pintaron frases que se referían a mi amigo como homosexual.
Y ahora, este caso que me enviaron a mi whatsapp:
“Mi mamá me brindo tu número para hablar contigo de un caso que está viviendo un tío con una señora que lo acosa y pues en medio de todo nos dimos cuenta que hay otros hombres afectados.
Hemos recurrido a las autoridades. La señora tiene orden de alejamiento, pero pues no ha pasado nada. Ella sigue acosándolo y amenazándolo.
Es el tio de mi esposo, es el guarda de seguridad y en este momento labora tanto en un centro comercial como en un hotel. La señora es usuaria de la EPS SURA. Un día que ella fue a la EPS y el tío de mi esposo estaba de turno, ella lo saludó y cada vez que iba le llevaba un presente.
El no le vio nada de raro, porque lo tomó como un gesto de amabilidad de la señora, pero ahi empezó todo.
Reservaba habitaciones en el hotel y llegaba a decirle para que amanecieran juntos, le llevaba cosas que el ya no le recibía, se sienta afuera del hotel o del centro comercial a decirle cosas, a veces llama a la policía a decir que se va a suicidar por culpa de él, que si él no es para ella no es para nadie.
Pues él ya cansado de la situación nos dijo que fuéramos a la inspección de policía. Eso hicimos y tuvieron una conciliación el 21 de mayo.
El día que él fue a la inspección, no queríamos dar la dirección, pero la secretaria nos dijo que sí o sí la tenían que poner y nosotros le expusimos que temíamos que ella averiguara donde vivían porque pues él tiene 2 niños pequeños.
Le entregaron una orden de alejamiento y resulta que el día de la conciliación la secretaria le entregó a ella una copia de la denuncia y por ende averiguó donde vivía y se apareció a tomar fotos, a gritar que ya sabía dónde vivía, que se las iba a pagar, que ya había hablado con alguien para que se las pagara. Ese día, pues hay testigos, los abuelos de mi esposo y la señora de la tienda, porque ella lo busca con fotos y todo y pues tenemos dos videos donde ella aparece huyendo.
Se llama la policía, pero no logran verla y que los videos no son suficientes para ellos. Que si vuelve a aparecer que se llame a la policía. Ese mismo día él se va para la inspección, le entregan otra orden de alejamiento. Esa misma anoche ella se vuelve a aparecer en el hotel y él llama a la policía pero cuando esta llega, la señora ya se ha ido.
En todo esto nos dimos cuenta que no es solo el afectado, ya que también un señor conocido y que fue candidato a una alcaldía, estaba siendo perseguido por ella.
Ella creó una cuenta de Facebook con una foto que le tomó a escondidas al tío.
Ha sido amenazante con la administradora del hotel, hizo renunciar a un compañero de viligancia, a un muchacho que trabajaba en el call center del mismo.
La verdad no sabemos que mas hacer, el domingo ella volvio a ir al hotel a decirle cosas. Él llamó a la policía, pero ésta nunca llegó.
Hablando con el otro señor, nos dijo que nuestro ultimo recurso sería hacerlo público por las redes para ver si logra pasar algo con esta mujer.
La verdad estamos muy preocupados. Ellos temen llevar los niños al colegio y que ella se aparezca. No volvieron a sacar los niños a jugar ahi afuera de la casa por miedo a ella.”
Es decir, algunos hombres también son acosados. Aunque se piense que es mentira, ocurre en el mundo y así parezcan ser situaciones increíbles, son ciertas.
Si denuncias un caso de acoso no eres un chivato, eres un valiente. El silencio es durísimo y puede ser letal. No te quedes de brazos cruzados. Rompe la ley del silencio.
Iñaki Zubizarreta, ex jugador de baloncesto