Por Andrés Macías Samboni
“La mujer que amo tiene la piel morena,
es bonita, es pequeña, y me ama también.
La mujer que amo es todo lo que quiero
y, más de lo que espero, lo tiene también”.
Así empieza la canción del cantautor brasileño, Roberto Carlos: “La mujer que amo” (2014). Válgase la oportunidad para rendir un homenaje fraterno a todas las mujeres, en conmemoración del “Día internacional de la mujer”. La descripción que alude el cantante en esta estrofa es precisa para dibujar a mi madre y a la mujer que yo amo, (la madre de mis hijos). A las dos las elegí sin que la casualidad tuviera protagonismo. Alguna vez leí que los hijos eligen a sus padres antes de concebirlos y no sé que tanto fundamento tenga este planteamiento, pero de lo que sí estoy seguro y quizás muchos estén de acuerdo conmigo, es el hecho de que nuestras madres son irremplazables. A ellas debemos nuestra existencia, así como el carácter y el ímpetu para afrontar la vida.
Con relación a la mujer que elegimos para caminar de la mano, por las sendas del amor y la dificultad, tampoco es un acto fortuito, pues complementan nuestro espíritu aventurero para edificar metas, hogares y proyectos comunes que nos hacen felices. Así que a las dos las elegí: a mi madre a quien atribuyo, entre otras cosas, mi nobleza y humildad de ser humano y a mi compañera, quien me bendijo con su amor y la gracia de concebir dos hermosos hijos.
Con mi sentir expresado, lejos estoy de presumir ser un buen hijo y un hombre “amoroso”, solo quiero reconocer la importancia de las mujeres a quien yo más amo. La canción de Roberto Carlos es un poema dirigido a la mujer, por lo que te invito a escucharla, (no sé si te guste tanto para dedicarla), pero también es el punto de partida para valorar la música como medio de expresión y gratitud con los seres que amamos.
Hoy, por ejemplo, no podemos negar que el valor que tiene la mujer en la sociedad es trascendental. Su lucha por la por la igualdad de género, los derechos laborales igualitarios y la posibilidad de un desarrollo social justo para todas las mujeres del mundo, es más que necesario recapitularlo. Ha pasado más de un siglo y la mujer ha logrado conquistar, desde la reivindicación, muchos espacios en los que se ha desempeñado como profesional, pero el empoderamiento aún no es suficiente. En diferentes lugares del mundo y en nuestro país para no alejarnos tanto, muchas mujeres cumplen más con deberes que gozar de sus propios derechos. Sin embargo, este tema es objeto de otras líneas para analizar más adelante.
Para concluir y como dato histórico, el 8 de noviembre de 1967 fue aprobada la Ley 44 del Congreso de la República de Colombia y firmada por el presidente, Carlos Lleras Restrepo, que declaró el día 14 de noviembre como el «Día de la mujer colombiana» en honor del sesquicentenario aniversario de la muerte de Policarpa Salavarrieta. Esta ilustre mujer, que, a principios del siglo XIX, combatió contra la corona española en la lucha independentista de nuestro país.