Manuel Gómez Sabogal
El escritor Sergio Álvarez presentó hace poco su nuevo libro “Cantar es sobrevivir”, donde la música es demasiado importante. Tal como en “35 muertos” la música juega un papel preponderante.
Carolina Ceballos D: “Hoy me gustaría mucho recomendar este libro: «Cantar es sobrevivir», de un amigo que aún lejano, siempre recuerdo, Sergio Álvarez. Por extraño que sea, este es un libro bailable. Sus páginas suenan a las distintas músicas que han surgido de las heridas de un país permanentemente en guerra. Pero sus letras cantan, no sólo la rabia y la tristeza, sino la fortaleza y la resistencia.
El libro es, además, un viaje. Un viaje que se puede vivir apunta de guaro y cerveza. Un viaje por el HORROR, con mayúsculas, que ha dejado años de un progreso que se ha insertado a sangre y fuego en tantos territorios de esta Colombia que a menudo parece ajena y que ha roto las fibras morales de tantas personas dedicadas a hacer daño sin compasión.
Una guerra, como cualquier otra, un desvarío de la perversión, puesta a propósito por una clase económica y dirigente que busca romper la alegría, tradición, armonía, pero sobre todo, la esperanza de quienes son considerados un estorbo para el inevitable avance de un país que crece para unos pocos a costa del sufrimiento de muchos y que alimenta la desigualdad que nos mantiene en la desidia moral.
Igual que el personaje, los lectores transitamos del horror a la fiesta con tanta facilidad que las lágrimas se confunden con el sudor de una rumba vallenata o un bunde chocoano, porque al final, la música también es una forma de resistencia.
«Resistir nunca es perder el tiempo» pág. 28
Por acá una breve lista de canciones, para que preparen la lectura y abran el trago de su preferencia. ¡Buen viaje!”
“Cantar es sobrevivir” nos cuenta como “un periodista debe buscar historias conmovedoras y de reconciliación tras el Acuerdo de Paz alcanzado en 2016 con la guerrilla de las Farc. El hombre acaba de terminar una relación con una mujer de clase alta con quien comprendió, también, el terrible abismo que existe entre ese engendro llamado estratos en Colombia.
“Cantar es sobrevivir” es el periplo de un hombre destrozado en medio de un país en ruinas morales y sociales. Casas de pique, masacres selectivas, líderes sociales asesinados y un país abandonado por sus élites es lo que encuentra a su paso son las imágenes de la tragedia.
Como en “35 muertos”, su anterior novela, Sergio Álvarez ha logrado un relato profundamente necesario para un país que se niega a mirarse al espejo” y aceptar su horror e ignominia. Mientras el protagonista de su novela viaja de lugar en lugar, las canciones de hombres y mujeres como él, salidas de la entraña popular, acompañan este viaje hacia el fondo de la noche.
En un país donde predominan la corrupción, el odio, el rencor, los resquemores, la violencia, la intolerancia, sembremos paz y amor con base en la música. Porque la música refleja lo mejor de la vida. Llena el alma y da ánimo cuando más lo necesitamos.
“Cantar es sobrevivir” es un recorrido por una Colombia que intentamos ocultar pero que sigue en pie; la costumbre de usar el narcotráfico para financiar a los grupos paramilitares que asesinan cualquier forma de disidencia ideológica o política, la responsabilidad de las élites y las fuerzas armadas en esos crímenes, la indolencia y el silencio de las clases medias ante el abuso institucionalizado y el eterno desplazamiento al que se somete a la gente sencilla”.
Por eso, la música es medicina. Y será siempre así. Nos saca a delante. Elimina la tristeza, los momentos de depresión. Porque cuando escuchamos esas canciones que tienen “poder personal”, salimos adelante.
La depresión ante todo lo que les sucede, agarra fuerte a muchas personas. Sienten que no pueden más, que no dan más, que no son capaces de seguir adelante por tantas situaciones que no son capaces de enfrentar y afrontar.
“Cantar es sobrevivir” en un país dividido por los odios y resquemores de tantos y tantos años. Los odios que nunca se han detenido. Cada día continúan con más fuerza, porque la politiquería hace que haya más y más violencia en cada sector, pueblo, ciudad, departamento de un país que siempre se viste de rojo sangre.
¿Cuándo se detendrá la violencia que nos acecha?