Por Manuel Gómez Sabogal
Lorena Suárez nació un 12 de septiembre en Bogotá y volvió a nacer en Armenia. Si se lee el texto se sabrá porqué volvió a nacer…
Es egresada de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad del Quindío. Siendo pequeña quería llamarse Lorena, porque su nombre era otro y un día cualquiera su padre la llevó a la notaría para ponerle Lorena, pues quería llamarse así.
La niña de la casa, pues sus dos hermanos son mayores. Uno de ellos reside en Estados Unidos.
Durante sus estudios en secundaria, participó en muchas actividades de diversa índole, pues siempre ha sido demasiado activa.
Esas experiencias le ayudaron a crecer como mujer, pero esas pruebas no fueron porque quería, sino porque la buscaban. Al finalizar sus estudios como bachiller, entendió que algunas de esas actividades no eran para ella, pues hubo aspectos que nunca comprendió.
No era su mundo. Un mundillo de fantasía. Su educación, sus valores la llevaron a rechazar algún tipo de propuestas. Su padre le dejó un vació muy grande. Fue a estudiar Sicología en la Universidad Externado de Colombia. Solamente, hizo 4 semestres. La situación económica en el hogar, le impidió continuar.
Su hermano mayor la llevó a Estado Unidos a donde trabajaba y se enamoró de lo que hacían él y su esposa. Trabajaban en comunicación. Eso la hizo entender que deseaba estudiar Comunicación Social.
Por lo anterior, empezó la carrera en la Universidad del Quindío en el año 2009. Alegre, estudiosa, disciplinada, porque su sueño se iba a hacer realidad.
Sin embargo, el 2 de junio de 2011, su vida cambió totalmente. Un vuelco total. El día que ella no quiere recordar, pues sus lágrimas brotan cuando revive ese momento.
Salió en su moto de Calarcá en donde tenía su residencia, tomó la vía Chagualá y llegando a la intersección para entrar a Armenia, un carro de la policía a una velocidad no permitida y marcado con el número 290200, se llevó por delante la moto y Lorena cayó a muchos metros de distancia. Tuvo una fractura abierta y muchas más en casi todo el cuerpo.
La llevaron a la clínica del café en Armenia.
Lo que más le dolió a Lorena fue cuando dos policías llegaron a la clínica del café a interrogarla. Lo que se les ocurrió decir a su madre, quien estaba desesperada, fue “es que su hija de pronto iba borracha y necesitamos hacerle una prueba de alcoholemia”. Al policía parece que nunca le hicieron la misma prueba. Es más, ni lo detuvieron.
Le hicieron la prueba y como era de esperarse, resultó negativa. Tuvo 10 cirugías hasta el 18 de abril de 2016. Algunas para reconstruir el fémur, platinas para las piernas y otras más. La placa de titanio que sostenía la pierna izquierda no resistía el peso. Otra cirugía para que volviera a caminar bien y sin problema.
Después de un tiempo, volvió a la universidad, pues su anhelo era culminar lo que había iniciado. La conocí allí, en silla de ruedas. Luego, usaba muletas y después de un buen tiempo, ya caminaba.
Trabajó en la revista Styles, luego en la gobernación del Quindío, en la alcaldía de Armenia y como Comunicador digital en la alcaldía de Calarcá.
No ha desmayado a pesar de todas esas situaciones, operaciones y dificultades. Superó ese accidente y quiere olvidar ese pasado triste en su vida, pero ese momento la ayudó a ser mejor.
Actualmente, reside en Barcelona, España.