Como seres humanos vivimos constantemente las consecuencias de nuestros actos y de cada una de las decisiones que tomamos tanto en el área de lo laboral, como de lo personal, y de esta misma forma debería ocurrir en la crianza de nuestros hijos, pues aunque sean muy pequeños, resulta importante comenzar enseñarles que en la vida todo es causa y efecto, que todo acto trae sus consecuencias y que todo problema tiene solución.
Anteriormente la mayoría de los padres recurrían al castigo y al premio como una herramientas de enseñanza para los niños sobre lo que se debe, o no, hacer y como una forma de cambiar sus conductas. Hoy, gracias a la psicología y a las herramientas de la disciplina positiva existen formas más asertivas de hacer entender a nuestros niños que algo no está bien, mostrándoles lo que sucede después de determinado comportamiento por medio de las consecuencias naturales, las consecuencias lógicas y la búsqueda de soluciones.
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
Consiste en invitar al niño a hacerse cargo de una situación para que encuentre por sí mismo alternativas para solucionar un problema o acciones para seguir determinada instrucción.
CONSECUENCIAS NATURALES
Son aquellas que se derivan espontáneamente de ciertas conductas y ayudan a desarrollar el autocontrol y la toma de decisiones; producen un aprendizaje directo y no requieren de la intervención de los padres. Ejemplo: si tu hijo no quiere ponerse la chaqueta, le dará frío y él mismo te dirá a los 5 minutos “mamá dame mi chaqueta”.
CONSECUENCIAS LÓGICAS
Por lo regular se usan cuando no existe una consecuencia natural después de un comportamiento, o cuando corre peligro la vida del niño o de otra persona. A diferencia de las consecuencias naturales, estas sí requieren de la intervención de los padres o adultos responsables, pues permiten que el niño conozca cómo funciona el mundo y la realidad social. Ejemplo: si tu hijo raya la pared, consíguele un trapo para limpiarla y si es necesario pintura para que quede igual que antes; acompáñalo en el proceso.
Según la disciplina positiva para que las consecuencias no se confundan con un castigo tienen que cumplir estos cuatro requisitos:
- Deben estar relacionadas con lo que ocurrió
- Deben ser respetuosas
- Deben ser razonables
- Deben ser expuestas con anticipación a los hijos