Es muy cierto. Surgen problemas cada día y debes sortearlos, pasar esos muros difíciles que te impiden salir adelante. No te puedes amilanar por cada tropiezo. Recuerda que cada día te presenta oportunidades diferentes y debes aprovecharlas, procurando siempre lo mejor.
Puedes cometer errores, pero mañana serán experiencias en tu vida. Y cada día aprenderás mucho más. No puedes caer en los mismos. Debes reflexionar y cambiar, dar pasos lentos, pero seguros. Entender que los errores y fracasos son lecciones de la vida. Si no cometes errores es porque no intentas vivir la vida como debe ser.
Los errores son experiencias para el futuro. Aprenderás o seguirás igual. Depende de ti. Porque ya sabes que ninguno de tus amigos corre. Debes aprender la lección o caerás nuevamente.
Camina, no corras. porque por andar a las carreras, no se piensa, no hay análisis, ni ideas serias y concretas. Cuando se hace todo de afán, cuando no se sincronizan corazón y razón, surgen los problemas que ni te imaginabas ibas a tener en el día, en un momento, en un minuto.
Así de sencillo. Muchas veces, corres porque deseas cumplir una cita o llegar a un sitio determinado, pero cometes un error y preciso, en ese momento, un segundo cambia tu vida. Eso sucede.
Es algo elemental, porque debes sentir la vida más profunda, más simple. Y esto es parte de dichas experiencias. Buscar lo auténtico. Alejarse de todo acto de soberbia y prepotencia intelectual o social.
Aprende a decir No. Sucede y siempre ocurre que cuando quieres decir que no lo haces, dices que sí y caes, irremediablemente.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen, ocasionará que al final no sean como esperabas.
Luego, te pones a pensar. ¿Los demás harían lo mismo por ti? ¿Los demás correrían, se afanarían, pensarían como tú? No señor. Nunca.
A veces, el tiempo te da la respuesta a ese interrogante de la vida que no has podido resolver. También te ayuda a lidiar con los aspectos negativos que tanto te hacen daño y te abre los ojos a una perspectiva llena de amor.
Eso solamente sucede con tu familia. Ellos sí corren, se afanan, se preocupan y luchan por ti y contigo.
Por eso, lo más importante, las personas que siempre están y estarán contigo y para tí son ellos. Es fácil: La familia
En estos días, encontré algo que vale la pena copiar y sirve como reflexión:
“En esta casa, somos reales, cometemos errores, decimos “lo siento”, nos reímos, perdonamos, damos segundas oportunidades, somos pacientes, hacemos mucho ruido, somos agradecidos, pero sobre todo, nos amamos y damos gracias a Dios por todo”
Manuel Gómez Sabogal