Por Manuel Gómez Sabogal
Las redes sociales son un peligro. Muchos no están bien preparados para escribir sobre un tema y cometen errores grandes al respecto. Hay personas, especialmente jóvenes, que no saben qué es un jubilado o porqué llegó a ganarse ese derecho. No saben y escriben lo que sea por alguna razón. Los jóvenes, desconocedores del tema de las jubilaciones, escriben sobre ello y se viene una ráfaga de comentarios, como si fuese matoneo, sobre ellos.
Muchos jóvenes poco leen y menos lo referente a esa clase de temas. Además, algunos no han tenido un empleo o jamás han cotizado para la pensión.
En estos días, recibí en mi whatsapp un mensaje reenviado a muchas personas y un amigo lo compartió. Era un texto, la foto de la persona, mujer joven, que había escrito algo sobre los pensionados.
También, en algunos perfiles, incluso de amigos míos, habían compartido su texto.
Yo me puse en la tarea de buscar a esa persona en las redes. La encontré y había borrado sus fotos y lo que había escrito. Solamente tenía esta imagen y los comentarios no se hicieron esperar:
- Debe ser una delincuente por todo lo que dice de las personas mayores.
- Sos la peor persona tenes mucha maldad.
- Es una ignorante, no sabe q ella quizás llegue a esa edad y ya cansada no puede trabajar, debe vivir del fruto de sus ahorros de toda la vida, la pensión. Es una estúpida, que pesar por los papás de esta chica.
- Como permiten en Facebook tener en sus redes una loca descerebrada, que solo inspira compasión, ella misma se hundirá con sus deseos perversos y todo se le devolverá. Esa burra debería desaparecer. A propósito, alguien sabe de qué nacionalidad es.
- Si esta dama no sabe que los aportes que nosotros los que trabajamos para alcanzar una pensión sale de nuestro sueldo. Ningún gobierno aporta nada. Si quiere llegar a una pensión, trabaje vaga.
Así, más y más comentarios. No supe si ella había cometido un gran error o si los que escribieron los comentarios eran peores que ella. Se disculpaba con esa imagen, pero no valió.
Yo, le escribí al pie de la imagen que había puesto:
Tienes toda la razón. La vida no viene con instrucciones. Debes pensar, recapacitar. Tranquila. Ya sabes qué respuestas hay. Discúlpate y aprende porque la vida nos da enseñanzas cada día. Yo, a mi edad, todavía aprendo. Cometo errores, me disculpo y sigo, Todos somos seres humanos que escribimos, a veces, sin darnos cuenta qué puede pasar y a quién o quiénes afectamos o herimos. No somos perfectos. El mundo necesita reflexionar. En tiempos de pandemia puede ocurrir cualquier cosa y nos afecta el encierro. Descubramos lo bueno del mundo y de los seres humanos. Calma, reflexiona. Levántate y sigue. No nos conocemos, pero la lección queda. El aprendizaje sigue. Un abrazo.
A veces, hay quienes exageran y responden o comentan con más odio. Los errores que cometemos a diario son muchos.
Todos nos equivocamos, cometemos errores todos los días, sin embargo, hay quienes tiran piedras sin mirar sus errores…y para la muestra, un botón, gracias a una equivocación. Se escucha o mira el error. Es como ver el punto negro en la hoja en blanco
Recibí un texto genial, escrito por mi amigo Miguel Fernando Caro Gamboa:
“Una palabra equivocada en un momento de dolor, ha dado para todo en este país y en medio de la situación actual. Eso deja ver mucho de lo que somos los colombianos, parecemos hienas al acecho del error ajeno para caerle con todo.
Cuando esa es la actitud, es decir, hacer fuerza para que al otro le vaya mal, se equivoque… en fin, se tiene que tener un país como el que tenemos, o sea, incapaz de lograr consensos sobre lo fundamental.
Recuerdo cuando Shakira dijo «ublime» cantando el himno nacional y le cayeron con todo, el episodio pasó y el deleite que sintieron los millones de amargados y mediocres que hicieron fiesta no les duró nada, ella siguió en su vida exitosa y ellos continuaron en sus miserables existencias, a la caza de otro error de algún compatriota para deleitarse como moscas en caca recién hecha.
En un país donde a un hombre triste por la pérdida de un amigo se le burlan porque expresó su sentimiento con la palabra «querí», es imposible alcanzar la «pas».
En un país tan violento como este, deberíamos buscar más paz, pero se prefiere aumentar la hoguera y el incendio crece.
¿Cuándo aprenderemos? Parece que en el mundo es más fácil comentar algo con odio que educar.
¿Cuándo entenderemos que todos nos equivocamos?