Por Manuel Gómez Sabogal
Ya quisiera que todos estos meses regresaran y comenzara de nuevo el 2020. En verdad, ha sido un año extraño y lleno de mucho dolor. Al comienzo, mucha gente escribía algo como “Empezaremos a cambiar muy pronto. Seremos diferentes”, y nada ha pasado. Otros han dicho: “En unos días o después de esto, todos cambiaremos y seremos mejores”. Pero no ha sido, ni será así, porque esta pandemia no para.
Nos encerraron para defendernos y salvarnos de la pandemia, para cuidarnos de la situación, pero, la cantidad de personas fallecidas, entre ellos muchos amigos, nos han puesto a reflexionar sobre una situación difícil de entender, de comprender.
Es como si fuera una de las plagas de Egipto. Con algunas diferencias, pero es casi lo mismo…
No es que el agua se haya transformado en sangre, pero sí se ha regado mucha sangre de colombianos indefensos en diferentes departamentos. No han acabado las masacres y los asesinos pululan en distintos territorios, llevando tristeza, desolación y mucho dolor. Hay sicarios en muchas partes y se mata por placer.
Hay miserables violando, golpeando, acabando con lo que quieren, porque nadie les impide hacerlo. Es como si nada les ocurriera o que no pensaran que algo los pudiera afectar. No les importa. Son y han sido así.
La invasión de animales se ha dado, pero han sido esos animales que no habían podido disfrutar su vida silvestre, debido a la destrucción de su hábitat, por parte de los mal llamados “seres humanos”.
La pandemia ha acabado con empresas, negocios pequeños, ha destruido familias, desordenado hogares, enloquecido a muchos, pero no ha terminado con la corrupción.
La corrupción es otra pandemia que tiene en caos a miles y miles. Los corruptos no sufren. Inventan mil formas para seguir haciendo lo que más saben: robar. Triquiñuelas, trampas y mucho más para cubrir esos robos al erario o a las empresas privadas…Los corruptos han aprovechado este encierro para continuar la cadena de asaltos.
“La pandemia no paralizó a quienes sin escrúpulos han pretendido defraudar recursos destinados a la contención y manejo de la crisis. Sobrecostos, direccionamiento contractual, cubrimiento de favores políticos, pagos a financiadores de campañas o uso de recursos para objetos innecesarios son algunas de las conductas que hemos estado investigando y sancionando”, subrayó el procurador Fernando Carrillo.
Las redes sociales llegaron para ser herramientas de comunicación entre las personas. Después, hubo cambios y muchos empezaron a ofertar productos en todas partes. Y crecieron tanto que, aparecieron los influencers y los youtubers por todas partes.
En las redes sociales, la pandemia hace de la suyas, pues priman el odio y la intolerancia. Hay grupos que demuestran enemistades por política, algunos son defensores, otros atacantes. Es algo horrendo que hace que la vida sea invivible para muchos y para quienes “disfrutan” escribiendo barbaridades contra los demás, sienten que es un goce…
Llegan a diario noticias falsas que difunden muchos y otros las aceptan como verdades de a puño, pero son mentiras que circulan.
La pandemia ha sido tomada por muchos como un mensaje, pero que no ha llegado a quienes debe llegar. Es un mensaje para analizar, revisar, entender. Mucha gente busca un significado más profundo en la pandemia arrasadora. Es un mensaje a la humanidad para que cambie su manera de vivir.
Mientras tanto, muchos se contagian, otros fallecen y los más irresponsables van por todas partes arriesgando sus vidas…y las de muchos más…
Y los seres humanos, de todo, menos de humanos…