Después de mucho trasegar por los caminos del periodismo, darse golpes contra todos y contra todo, patonear, buscar noticias culturales, hacer cine, cortometrajes, jugar con la cámara, la fotografía, los guiones, las ideas, por fin se le reconoce su labor. Después de muchos años, le otorgan El Cafeto de Oro.
Ya había obtenido otro premio, gracias al programa de televisión “Al calor de un café” y el galardón “Gacetas de Colombia”, en noviembre 15 de 2017.
Siento una gran alegría desde el fondo del alma. Mi compañero y director del programa de televisión «Al calor de un café» recibe el Cafeto de Oro en comunicaciones. Deseo compartir esta gran noticia, pues Robinson es un gran periodista.
¡FELICITACIONES! Muchas veces dejamos que pase desapercibida esta palabra. Se nos va. No la decimos. Y más cuando se siente cariño por alguien que día a día sacrifica muchas cosas para darlo todo sin esperar nada a cambio. Porque Robinson es así. Trabaja, corre, busca, llama, encuentra, conversa, entiende y atiende.
Hoy, quiero decir FELICITACIONES, así con letras en mayúscula. Quiero decirle gracias a Robinson Castañeda por ser como es. Un incansable trabajador. Honesto, alegre, sincero, sencillo. Una persona que en los años en los cuales he caminado con él, charlando “al calor de un café” ha demostrado que es un excelente periodista, pero, antes que nada, una gran persona.
Sé que Robinson es enemigo de las condecoraciones, reconocimientos y fotos. Sin embargo, este evento es especial y es no solamente una condecoración o un reconocimiento, sino un momento muy especial en su vida, pues por fin, se acordaron de que las buenas personas, los grandes periodistas como Robinson también existían.
Por eso, mi alegría desde el fondo del alma. Robinson ha hecho labor desde cuando era estudiante. Luego, una idea loca rondó por su mente y con dos compañeros, creó el Salmón producciones para que de allí saliera “El ladrillo”. Se llamó el salmón, porque como a Robinson siempre le ha gustado llevar la contraria, entonces qué mejor nombre para una programadora. Tuvieron una sede en el centro comercial Bolívar, pero por falta de presupuesto, debieron desistir de tan ambicioso proyecto.
Más adelante, quiso hacer algo grande e invitó al periodista Héctor Rincón a la Universidad del Quindío a una charla en mayo de 2011. No contento con eso, después de la charla en la universidad, le dio por comenzar un programa que se emite por diferentes canales, el cual fue difundido durante tres años por el canal Zoom, canal nacional universitario: “Al calor de un café”.
Hay más, porque es un buscador de noticias culturales, un enamorado del cine, la lectura y la vida.
Robinson Castañeda se hace merecedor del Cafeto de Oro. Y fueron muchas las expresiones de regocijo. Entre ellas, destaco:
Rubiela Tapazco Arenas: Es la valoración justa a una buena persona que además vive el periodismo. Es un ser creativo, respetuoso, amoroso y siente un gran gusto por su quehacer. Abrazos y que sean muchos reconocimientos más.
Mario Ramírez: No sólo es un excelente comunicador social egresado de la Uniquindío, es una bella persona, humilde, servicial, serio, muy profesional. Reconocimiento válido y la pareja de trabajo periodístico que ha hecho con Manuel Gómez Sabogal es de antología. Entrevistas amenas, respetuosas, objetivas, sin abusar del entrevistado. La edición de Robinson no deja nada al azar. Felicitaciones, amigos.
Libaniel Marulanda Velásquez: Es uno de nuestros mejores periodistas y su reconocimiento nos alegra como seguidores atentos de su ascenso profesional.
Lucero Jordan Molina: Muy merecido Robinson. Tu periodismo es muy intelectual, tus entrevistas muy éticas, muy merecido galardón, cordial saludo. Me alegran tus triunfos.
Robinson, merecido reconocimiento y de ahora en adelante, estoy seguro, más éxitos le esperan.
Manuel Gómez Sabogal