Un adagio que es común de escuchar es que debes trabajar duro y sufrir más que los demás si quieres alcanzar el éxito. Bueno, eso es una verdad a medias. De lo que hemos aprendido en la vida de personas que han hecho grandes cosas tanto en sus vidas como en sus profesiones, una de las cosas comunes es el haberse dado cuenta que el trabajar duro no era suficiente para obtener el éxito, y a veces era un desperdicio de tiempo y energía. Y por eso, visto desde esa perspectiva, se presentan a continuación 3 cosas a cumplir para alcanzar el éxito (trabajar duro no es una de ellas).
1. Propósito
Has estado trabajando en el sótano por tanto tiempo que ya ni te acuerdas el por qué estás allí.
Trabajo duro sin tener un propósito es como tener un Ferrari sin volante.
Sergi Trivino
Si has examinado a cada persona en el mundo que es considerada un fracaso (en especial por ellos mismos), podrás ver que todas sus vidas carecían del mismo ingrediente: propósito.
No saben a dónde ir. No saben el por qué hacen las cosas que hacen y no saben que debe existir una razón para ello. Sólo persiguen satisfacciones a costo plazo, como una comida o sexo, y esas son las cosas que los hacen estar en movimiento.
Sólo operan con el lado animal que tienen. Por lo tanto, no son capaces de tener un pensamiento a largo plazo o de un análisis personal como lo hacen los humanos.
No hay que buscar mucho para encontrar que en los claros casos de fracaso la causa es la falta de propósito. Si no estás consciente de lo que te rodea, te encontrarás realizando unas actividades y no sabrás el por qué.
El creer estar en el momento indicado puede ser algo bueno, pero también puede hacernos perder mucho tiempo si no nos damos cuenta de lo que hacemos.
Cada vez que empiezas a hacer algo, ten en mente que vas a estar haciéndolo por el resto de tu vida. A menos, claro está, que algo externo o interno te recuerde de empezar a hacer otra cosa.
Cuando empiezas a trabajar en algo sin saber claramente los resultados esperados, ello te puede llevar horas o días de trabajo arduo para darte cuenta que no era lo que tenías que hacer si querías alcanzar tus metas.
No seas una persona ocupada, y trabajadora. Se una persona planificadora, que ejecuta acciones que tienen un propósito.
2. Trabajo hecho por ti
Trabaja en tus cosas 10 veces más duro que cuando trabajas en otras cosas, y sentirás que te estás moviendo 10 veces más rápido hacia lo que quieres.
Casi todo el trabajo arduo que haces para tener éxito, está enfocado en reemplazar tus viejas rutinas y hábitos por las rutinas y hábitos de personas exitosas. Al cambiar ex profeso tus procedimientos, cambiarás los resultados a obtener, el valor que ofreces, y la manera en que tu mismo y el resto del mundo te ven.
Si pudieras hacer los mismos hábitos y entrenamientos de Bruce Lee, día a día, no hay duda que tarde o temprano te convertirías en un reconocido artista de las artes marciales. ¿Cierto?
Y ¿qué tal si actúas como una persona cuyo éxito en los negocios ha sido asombroso? ¿Que tal si integras las mismas rutinas y hábitos que han permitido a otros obtener el poder y la creatividad que necesitaron para tener éxito en su carrera y en su vida?
Tu puedes, literalmente, empezar a actuar así hoy, y obtener resultados espectaculares de manera inmediata.
Lo único que necesitas es desechar tus viejos hábitos y tus creencias autolimitantes, para hacer espacio para tus nuevos hábitos.
Pero míralas bien antes de despedirlas, porque si no reconoces la hierba de entre las flores, no la podrás sacar.
El éxito no viene al pelear contra lo viejo, sino dejándolo ir y construyendo lo nuevo en su lugar.
3. Creencias
Si no crees que es posible alcanzar las metas que te propongas, podrás trabajar día y noche, pero nunca alcanzarás el éxito.
A veces, toda la distancia que parece separarte de tus metas está en tu mente. Si remueves esas barreras mentales, podrás ve que puedes extender tu mano y alcanzar lo que has estado persiguiendo desde hace tanto tiempo.
Mientras que no creas que es posible para ti de obtener, vas a estar creando excusas y distracciones. Eso es simplemente porque es incómodo o atemorizante el tener algo para lo cual no crees estar listo o no crees merecer, sólo porque no lo crees así.
Si desechas las creencias negativas acerca de lo que puedes tener y ser, tu realidad cambiará instantáneamente.
Conclusión
Estas tres cosas también requieren trabajo duro y estar enfocado, pero el estrés, la frustración y las horas de trabajo con pico y pala que te ahorran no tienen precio.
Traducido por Luis Castellanos de publicación en LifeHack