¿Cómo sería el desayuno perfecto?
Es probable que en más de una ocasión te hayan dicho que el desayuno es la comida más importante del día. Es por eso que no debes descuidar su preparación ni pasar por alto el valor nutricional que aporte a tus días
Es común oír que se debe desayunar como un miembro de la realeza. Debido a esta popular creencia la mayoría de nosotras aprovechamos las primeras horas del día para caer en excesos: huevos fritos, embutidos, harinas procesadas, productos condimentados, dulces.
O, lo que es peor, nos saltamos tan primordial platillo por cuestiones de tiempo que nos hacen irnos de casa sin siquiera un vaso de agua en el estómago, cuando en realidad lo que deberíamos hacer es empezar con buen pie la mañana junto a un desayuno saludable y nutritivo.
Pero, ¿cómo sería ese desayuno perfecto? Los nutricionistas parecen coincidir en tres puntos claves: alto en fibra, bajo en grasas saturadas y sin preservantes naturales. Déjanos explicarte a qué se refieren y cuáles serían los alimentos ideales para lograrlo.
Cereales y fruta. Los expertos consideran que no consumimos suficiente fibra en nuestra dieta. Los desayunos ricos en fibra pueden incluir pan integral, avena, salvado, linaza y frutas como las manzanas, las peras y las ciruelas: la clave está en comerse la cáscara.
Legumbres y vegetales. Un desayuno bueno para la salud debería ser “bajo en grasas y alto en carbohidratos nutritivos”, como los que se encuentran en legumbres y vegetales. ¿Por qué no incluir maní y unas cuántas hojas verdes en el desayuno?
Ni sal ni azúcar. Una pieza de fruta fresca, guisada o seca podría servir para hacer que nuestro desayuno sea más dulce y apetecible, y es mucho mejor que agregar azúcar o miel. Además, es recomendable ingerir la fruta entera y no en jugo, porque así se obtiene fibra de forma directa.
Vía El Nacional