Los adultos mayores frecuentemente se quejan de problemas para dormir, lo que les provoca fatiga durante el día y, usualmente, relacionan esto con el envejecimiento. Sin embargo, conciliar un buen sueño puede ser fácil en la vejez cuando se establece una rutina propicia para el descanso.
Las personas pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, algo tan esencial para nuestra salud como lo es comer y beber.
La falta de sueño provoca fatiga, falta de concentración, malestar y depresión. Por eso es tan importante cuidar que los adultos mayores descansen bien.
Estadísticamente, los ancianos duermen más durante el día que por la noche. También se levantan más frecuentemente para ir al baño durante la noche, un fenómeno natural causado por la reducción de la tensión muscular o por problemas de próstata.
A esto debemos sumar que, en la edad adulta, el ritmo del sueño puede cambiar. Aunque nada de esto significa que no se pueda hacer algo al respecto, sin necesidad de tomar píldoras para dormir.
Consejos para dormir mejor en la tercera edad
Frecuentemente, el sueño mejora sustancialmente adoptando algunos hábitos simples como:
1. Mantener una rutina regular
Para dormir bien todas las noches, es necesario establecer una rutina de sueño que empieza cada mañana, cuando despertamos.
En la tercera edad, es aconsejable levantarse temprano e irse a dormir siempre a la misma hora. También es de utilidad hacer rutinarias otras tareas, especialmente antes de irse a dormir, como darse un baño, beber una taza de té o leer una revista. Esto ayuda a mantener bien calibrado el reloj interno.
2. Adoptar la rutina adecuada (hay una para cada persona)
No tiene sentido que una persona se vaya a la cama si no está cansada, por eso la rutina se debe adaptar al estilo de vida del adulto mayor.
Si por la noche se siente enérgico, lo mejor es que se distraiga haciendo algo y se vaya a la cama más tarde.
Durante el día, puede dormir una siesta si desea que esa sea su rutina, pero no es recomendable que los adultos mayores duerman más de 30 minutos de siesta, pues esto reduce la energía para el resto del día.
3. Dormir en un ambiente confortable, sin pantallas
Oscurecer la habitación y cerrarla para descansar en un ambiente tranquilo es muy importante. También es necesario evitar las pantallas luminosas, la televisión y el móvil en el dormitorio, pues son causantes de insomnio.
Una cama cómoda, a una altura accesible y con el colchón adecuado, ayuda al adulto mayor a sentirse bien para tener un sueño relajado y reparador. Se recomienda que la cama no sea más alta que 50 centímetros y que la habitación se mantenga a una temperatura de entre 15.6 y 19.4 grados centígrados.
4. Evitar los estimulantes y los diuréticos
Una de las formas más eficaces de mantener el sueño durante toda la noche es evitar las bebidas estimulantes y las diuréticas. No se debe beber café por la noche, pero tampoco té negro ni otras bebidas con cafeína.Para reducir la micción por la noche, hay que beber abundante durante el día, entre 1, 5 y 2 litros de agua, disminuyendo al mínimo la ingesta por la noche.
5. Entrenar la vejiga
El entrenamiento de la vejiga es, en los ancianos, muy útil para evitar levantarse varias veces en la noche al baño.
El ejercicio consiste en aguantar unos minutos durante el día antes de ir directamente al retrete. De esta forma, aumentará la capacidad de retención de líquidos en la vejiga.
Si un adulto mayor siente ganas de orinar por la noche con demasiada frecuencia, es conveniente consultar a un médico para descartar una posible enfermedad. También es aconsejable que lo haga si, pese a estos consejos, aún no puede dormir de forma adecuada o descansar bien por la noche.