No se puede establecer la libertad del pobre, sobre la base de dejar sin libertad al rico. Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo. El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona. Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola.
2 comentarios en «De Rogers»
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Habría que pensar qué proporción del total de personas de una nación son ancianos y niños. Ellos no trabajan por lo que obtienen. Si alguna vez ellos representaran la mitad de una nación, entonces se acabaría? O ellos serían los depositarios del excedente de riqueza? Porque cuando hay pobreza, ambos son los mas catigados.
Muy buen comentario, Eliana. Saludos…