Ingesta de Bebidas Alcohólicas
La mayoría de los seres humanos ingerimos las bebidas alcohólicas para mejorar la ansiedad, festejar un acontecimiento, facilitar la socialización o inducir al sueño.
Cuando nos tomamos un trago de brandy o de whisky los jugos gástricos comienzan a diluirlo de inmediato, la presencia de alimentos en el estómago retarda su absorción, si no se ha comido un tercio del contenido alcohólico pasa a la sangre inmediatamente siendo absorbido mayormente en el duodeno y yeyuno(es el único alimento que se absorbe sin digestión). Posteriormente pasa al hígado donde comienza a oxidarse (metabolización). Si por ejemplo nos tomamos un vaso de cerveza en el curso de una hora, podemos estar horas bebiendo sin sentir mayores efectos en nuestro organismo, ya que le damos oportunidad a ese noble órgano para oxidar al alcohol a medida que es absorbido; metabolizándolo en un 90% para producir energía, el resto es excretado por el aliento y la orina. El agregado de agua gaseosa acelera el paso a través del estómago; esa es la razón por la que el champan se va a la cabeza rápidamente.
Efectos de la ingesta
Ensayos clínicos de larga data, han demostrado, que después de ingerir tres tragos de whiskey tendemos a reaccionar más lentamente ante un estimulo auditivo o luminoso y que tareas sencillas como teclear en un teléfono inteligente, hacer cálculos aritméticos, memorizar o clasificar datos no las hacemos adecuadamente; el conductor de un auto es capaz de tomar riesgos innecesarios o reaccionar tardíamente ante un obstáculo en la vía así la siniestralidad aumenta hasta quince veces; peor aún si estamos tecleando nuestro teléfono como observamos a diario en nuestras avenidas y autopistas. El exceso del consumo del alcohol también produce trastornos en la pared celular, ya que el agua, sodio, potasio y otros minerales fluyen hacia el exterior de la célula; es por esto que podemos sentirnos con sed después de ello.
Otra cosa son los efectos nocivos permanentes que se observan en los alcohólicos ya que la adicción reduce la ingestión normal de los nutrientes y vitaminas; se van a presentar trastornos graves en la función hepática que llevarán a una cirrosis del mismo; más de un 10% sufrirían de Delirium Tremens y otras enfermedades del Sistema Nervioso Central, como la Enfermedad de Wernicke y el Síndrome de Korsakoff. La rápida ingesta en grandes cantidades, en un estomago vacío, va a producir sedación, sueño, estupor, coma y anestesia general. 5 gramos del alcohol por litro de sangre, provocaría un paro cardiorespiratorio por inhibición del centro respiratorio en la médula espinal, tal como ha sucedido en algunas fiestas de estudiantes universitarios en los Estados Unidos.
Dr Efrén Castellanos. Tomado de publicación en DTyOC. Imagen de FreeImages