¿El cambio es bueno? ¿El cambio es malo? Siempre escuchamos decir que la vida está llena de cambios. Y si eso es así, ¿por qué no nos gustan los cambios? ¿Quién lo sabe?
Lao Tzu dijo: «la vida es una serie de cambios naturales y espontáneos. No te resistas a ellos, sólo te traería pesares».
Y es que siempre vivimos en nuestra «Zona de Confort», zona en la nos sentimos que vivimos sin tener riesgos, seguros y protegidos. Todo está bien. Todo está en su sitio. Todo está donde debe estar. Y es que el salir de nuestra zona de confort nos traería ansiedad y preocupaciones…
Y entonces, ¿por qué debo salir de mi zona de confort?
Quizás no podamos ver que nuestra zona de confort se puede convertir en un ancla, pero no porque nos estabiliza, sin o porque nos hunde. Quizás no necesitamos un ancla. Necesitamos una boya que nos mantenga a flote, o quizás un globo aerostático que nos lleve a surcar los cielos.
Pero, ¿cómo podemos cambiar? ¿Tenemos que cambiar?
Si estamos satisfechos con nuestras vidas, quizás no debamos cambiar. Pero, y quién puede medir esa satisfacción? ¿La sociedad? ¿Nuestra familia? ¿Nuestros amigos? ¿Los estándares modernos de vida?
Por otro lado, si no estamos satisfechos con nuestra vida, hay algunas opciones que podemos tomar en cuenta.
Podemos quejarnos acerca de lo triste, patética e improductiva que es nuestra vida, y seguir viviendo como hemos vivido.
O podemos explorar y ver todas las cosas que podemos hacer para cambiar nuestra vida.
Y si cambiamos para mejor o cambiamos para peor, igual debemos modificar nuestro comportamiento.
Cambiar implica hacer las cosas de manera distinta. Cambiar implica pensar diferente. Cambiar implica seguir nuevos paradigmas.
Así que si queremos cambiar, debemos cambiar. Debemos salir de nuestra zona de confort y hacer que el cambio ocurra.
Pensemos por un momento: ¿estamos viviendo la vida que queremos vivir?
¿Si? Sigue tal cual como has venido viviendo tu vida. Tranquilo, relájate y disfruta tu vida.
¿No? Cambia. Haz algo,
Albert Einstein dijo que si haces las cosas siempre de la misma manera, los resultados serán los mismos. Por ello, si quieres resultados distintos, haz cosas distintas.
Conclusión: el cambio es bueno. En la naturaleza vemos muchos cambios que son buenos. La oruga debe envolverse en su capullo para transformarse en mariposa. El otoño desnuda los árboles para que estén preparados para recibir el invierno, y al derretirse la nieve hace que renazcan las hojas.
Cambia. Sal de tu zona de confort. No le tengas miedo al cambio, y tómalo y hazlo parte de tu vida.
Luis Castellanos
http://luiscastellanos.org
Imagen tomada de FreeImages
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