Por Manuel Gómez Sabogal
Cada sábado, muy temprano, llegaba a la estación, llena de viajeros con destino a Cali y pueblos intermedios. Compraba mi tiquete y buscaba un buen puesto par apreciar el paisaje.
Se va el tren. Eso pensaba cada vez que me subía a uno de sus vagones para viajar a Zarzal. Puntual a las 6 de la mañana, partía hacia la meta elegida cada fin de semana.
Se fue el tren. Desde los años 70 lo habían eliminado. Sigue eliminado. Mientras en otros países es un medio de locomoción importante, en este Colombia, no importa.
No es posible que se difunda el turismo así. No es lógico que, si alguien desea viajar, no haya un medio de transporte tan genial como el tren. Antes, el recorrido era Armenia – Cali. Luego, lo acortaron y quedó La Tebaida – Buga o Tebaida – Cali, debido a que atravesaron maleza en el camino a Armenia y pusieron pasto o construyeron casas por donde había rieles. Y nadie dijo algo al respecto. O lo peor, cerraron todos los pasos. Todos callados. Nadie dijo o ha expresado algo al respecto. Silencio total.
Ni tren turístico, ni de carga, ni de pasajeros. Esa ilusión desapareció como por encanto y a nadie le dolió. Sueños que se desvanecieron poco a poco, debido a que los transportadores se adueñaron de las carreteras y eso a nadie le importó.
El Quindío necesita el tren, requiere este maravilloso medio de transporte. Los jóvenes no han conocido un tren en sus vidas, pues ni siquiera les han mostrado las fotos de años ha, cuando se viajaba en tren. Como era un transporte barato, prefirieron cambiar las reglas y eliminar el tren.
Qué bueno sería que hubiese desde ya una campaña para que regrese el tren a la región. Para que los habitantes de estos departamentos y visitantes del exterior puedan disfrutar de un viaje agradable, nada mejor que proyectar un viaje en tren.
¿Cómo se promueve el turismo así? No es posible. Por ejemplo, los turistas del Valle del Cauca que desean viajar de Cali a Armenia, o quienes deseen hacer un recorrido Armenia, Montenegro, Quimbaya, ¿por qué no utilizar el tren? Porque solo les ofrecen buses para viajar.
Se han inventado cargos y nombres pomposos que nada han hecho para que el resurgimiento del tren sea una realidad. Les da pereza o hay quienes influyen para que eso no suceda. Y me inclino a pensar que lo ultimo es más que cierto. A muchos personajes de este país no les importa, ni interesa poquito que haya tren en esta región.
En 2016, hablaron del resurgimiento del tren en la región, pero todo fue fantasía. Se quedó en veremos. Fue una noticia que se difundió por todos los medios y, al final, de aquello nada. Se ha hablado del tren del Pacífico, pero todo queda en veremos siempre.
Vale la pena que se analice, se discuta y se pueda viajar en tren turístico por el Valle del Cauca y el Quindío.
No piensen únicamente en tren de carga. No, porque para eso, los dueños de las tractomulas lucharon tanto para que desapareciera el tren. Tienen sus grandes camiones que atraviesan el país, llevando cargamentos que en una época eran transportados por el tren. Pero, ya no importa. Ni en el congreso se ha discutido algo relacionado con el tren.
Y nuestros dirigentes y políticos de la región, calladitos, tranquilos y calmados, pues nunca les ha importado algo que tenga que ver con el tren. Hablan de turismo y se les llena la boca diciendo que el turismo es trascendental. Pero nada más.
Concejales, alcaldes por donde pasaba el tren, nunca se manifiestan al respecto. Las estaciones lucen moribundas, acabadas, llenas de rastrojo, pero ni siquiera una idea se les cruza para que el tren renazca. No hay, no ha habido dolientes para que resurja el tren.
Cuántos políticos, concejales, alcaldes, gobernadores hay que van a otros países, montan en tren, disfrutan paisajes, momentos y recorridos y al regreso cuentan historias maravillosas de sus viajes fabulosos.
Habrá políticos en campaña que saldrán a exigir que haya tren, no solo en esta región, sino en el país. Los oportunistas de siempre ya están listos… Mientras tanto, aquí en esta región, el tren no existe. No busquemos culpables. Busquemos que haya tren para la región. ¡Somos capaces, porque somos grandes!
El tren es sinónimo de países desarrollados. ¡Ojalá regrese el tren!
Recuerdo que los paseos en tren eran un acontecimiento muy especial en mi familia, ya desde el día anterior se preparaban las viandas para el madrugón que había que hacer, para tomar el tren de las 6:AM con destino a Cali a visitar familiares o a Buga con mucha fe en el señor de los milagros. Tambien de adolescentes, estudiantes del colegio Rufino nos «colabamos» en el tren de la 1 PM para ir a bañarnos a los Quingos, el sitio del río Pijao que cae a La Vieja ahí en la estación Caicedonia, de donde a las 5 PM estabamos esperando el que regresaba de Cali… El silencio cómplice de los dirigentes del Quindío acabó con el medio de transporte que permitió el desarrollo de la cultura cafetera. El tren llegó a Armenia en 1927 con inauguración de l presidente abordo, en la carrera entre el Ferrocarril de Caldas y el Ferrocarril del Pacífico para ver cual de los dos llegaba primero a Armenia, lo que logró el segundo. Muchos presidentes y gobiernos han hablado de la importancia del tren para el desarrollo nacional, el famoso tunel de la línea se inspiró en el tren, para conectar el Pacífico con Cundinamarca y Bogotá… El Presdiente Petro dentro de sus planes tiene habilitar 4 grandes rutas de trenes de carga y pasajeros, para ello tiene la ANI e INVIAS trabajando «a toda máquina» para este objetivo…Ojalá veamos estos proyectos….
Gracias por tu visita y comentario, Diego. Ojalá lo puedas ver…