Licores del mundo: el Vino
Origen
Una simple definición es la de la Comunidad Europea, que dice que el vino “es sencillamente la bebida producida de la fermentación de la uva fresca”. Gracias a sus azúcares y a la gran cantidad de jugo, la uva tiene la tendencia natural a fermentarse por la acción de las levaduras, que están en la piel del fruto, si esto se hace dentro de un recipiente, del tipo que sea, el vino se hará naturalmente, es así como seguramente en tiempos no definidos, el hombre prehistórico lo hizo. Estudios arqueológicos han demostrado que hace entre siete y ocho mil años existían cultivos organizados en lo que hoy es Turquía, Armenia y Georgia. El arte de la fabricación del vino abarca tres etapas: la obtención del jugo, la fermentación del mosto para elaborarlo y la maduración del mismo, ya sea en toneles o en botellas bajo vigilancia y atención cuidadosa hasta que esté listo para el consumo.
Unos cincuenta países lo producen, la vid crece y se desarrolla en zonas de clima templado del centro y sur de Europa, el Oriente del Mediterráneo, América del Norte y del Sur, Sur África, el Sureste de Australia y Nueva Zelanda, es decir en zonas ubicadas geográficamente entre los 30 y 50 grados de latitud norte y sur, una excepción seria el cultivo y obtención del vino que se hace en las cercanías de Carora por la Empresa Pomar en Venezuela.
Tipos
Existen cuatro tipos de vino:
- el de Mesa, generalmente tomado con las comidas con una graduación alcohólica entre 9 y 14%,
- los vinos de Burbujas como el Champán,
- los vinos Fortificados como el Sherry y el Oporto, a los que se les añade Brandy con un contenido de alcohol hasta el 21% y
- los vinos Aromatizados como el Vermouth a los que se le añaden raíces, flores, hierbas y especies. La fermentación de bayas y frutas producen los no bien llamados vinos de frutas.
Los vinos que más frecuentemente consumimos son los vinos de mesa secos, es decir el tinto, luego los blancos y en menor cantidad los rosados. Existen una gran variedad de cepas de la uva (se dice que más de dos mil), entre las más conocidas, tenemos Albariño, Cabernet Franc y Sauvignon, Chardonnay, Chenin Blanc, Garnacha, Nebbiolo, Merlot, Pinot Noir, Malbec, Riesling, Syrah, Tempranillo y Zinfandel.
Conservación y almacenamiento
Para su mejor conservación, la botella se mantendrá acostada de manera que el corcho no se seque, en un sitio alejado de las vibraciones, en oscuridad y con una temperatura sin grandes variaciones. Evite a toda costa tenerlo en la cocina, cerca de los electrodomésticos y de la luz directa del sol.
Para servirlos
Para finalizar, en cuanto al servicio del vino, los blancos deben de estar fríos, ya que la temperatura ambiental y el calor acentúan la acidez de los mismos, y los tintos deben ser servidos algunos grados por debajo de la temperatura del ambiente. Algo que nunca deberá hacerse es enfriarlos en un congelador o guardarlos en la nevera por más de 24 a 48 horas, ya que pueden estropearse. La manera más eficiente de conseguir la temperatura adecuada es colocar la botella dentro de una hielera con abundante hielo y agua por aproximadamente unos 20 minutos, la gran mayoría de los blancos se sirven entre 6 y11°, los tintos entre 12 a 15° y el espumoso (ya sea un cava o un champán) entre 4 y 7°.
Dr Efrén Castellanos. Tomado de publicación en DTyOC. Imagen tomada de Vinetur