Actitud interior

Eran dos grandes amigos. Trabajaban en un pueblo y decidieron ir a pasar unos días a la ciudad. Comenzaron a caminar y en una gran calle vieron un burdel que estaba frente a frente con un santuario. Uno de los amigos decidió pasar unas horas en el burdel, bebiendo y disfrutando de las bellas prostitutas, en tanto que el otro optó por pasar ese tiempo en el santuario, escuchando a un maestro que hablaba sobre la conquista interior.

Pasaron unos minutos, y entonces el amigo que estaba en el burdel comenzó a lamentar no estar escuchando al maestro en el santuario, en tanto que el otro amigo, por el contrario, en lugar de estar atento a las enseñanzas que estaba oyendo, estaba ensoñando con el burdel y reprochándose a sí mismo lo necio que había sido por no elegir la diversión. De este modo, el hombre que estaba en el burdel obtuvo los mismos méritos que si hubiera estado en el santuario, y el que estaba en el santuario acumuló tantos deméritos como si hubiera estado en el burdel.

*El Maestro dice: Precediendo a los actos, está la actitud interior. En la actitud interior comienza la cuenta de méritos y deméritos.

Tomado de «Cuentos Clásicos de la India» recopilados por Ramiro Calle

Por Luis Castellanos

Experto en Tecnología y Seguridad. Ingeniero de Sistemas, Docente universitario y Bloguero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Protected with IP Blacklist CloudIP Blacklist Cloud

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Verificado por MonsterInsights