Cuando te centras en cómo ser más feliz, es más fácil concentrarte en todos los aspectos negativos que necesitas eliminar de tu vida: la positividad tóxica, compararte con los demás, esas llamadas telefónicas semanales de tu suegra.
Eliminar las cosas desagradables puede ayudar, pero es igual de importante adoptar un enfoque aditivo y pensar en pequeñas cosas que podrías agregar a tu vida para levantar el ánimo. Con eso en mente, recientemente les pedimos a nuestros lectores que compartieran algo que comenzaron a hacer diariamente (o en algunos casos semanalmente) que los hizo considerablemente más felices. Vea lo que dijeron a continuación.
Levantar el teléfono al menos una vez al día para llamar a un familiar
“Siempre hablo con mi abuela Gail. Incluso si las conversaciones son alegres, profundizan nuestro vínculo y comprensión mutua. Es sorprendente cómo algo tan simple como conectarme con un ser querido de esta manera puede traer tanta alegría y satisfacción a mi vida”. ― Kim Murstein, copresentadora del podcast Excuse My Grandma.
Antes de irme a dormir, también pongo mi teléfono a dormir
“¡Establecí un toque de queda para la electrónica! Nada de redes sociales, navegación por Internet ni ningún dispositivo durante la hora antes de irme a la cama”. – Stacy B.
“Hace unos tres años dejé de enchufar mi teléfono junto a mi cama por la noche. Ha marcado una gran diferencia en mi sueño y mi salud mental. Ahora mi teléfono se carga en la cocina junto a la cafetera y no lo miro justo antes de acostarme o a primera hora de la mañana. ¡Me cambió la vida!» – Betsy E.
Empecé a considerar lo que amo de mi cónyuge, en lugar de lo que me molesta
“Una cosa que comencé a hacer hace 10 a 15 años es que cada vez que mi esposo me irritaba o me molestaba, lo cual es frecuente, pensaba en algo positivo sobre él que admiro y aprecio, ¡y hay muchos! Realmente cambió nuestra relación para mejor, lo que nos hace a ambos más felices”. – Ángela B.
Empecé a añadir «… y está bien» al final de mis frases
“Hay muchas ocasiones en las que decir: ‘…y está bien’ ayuda a aliviar los inevitables altibajos de la vida: se me acaba de caer un bote de hummus al suelo…’, ‘mi hijo tiene piojos …’ ‘Olvidé cambiar nuestros vuelos de vacaciones…’ Y ESTÁ BIEN.
En lugar de entrar en una espiral fatalista por algo que no he logrado o que he cometido un error espectacular, esta sencilla frase de tres palabras me ayuda a darme cuenta de que todo lo que tengo que afrontar es viable. Como coach de citas, también encuentro que esta es una gran frase para evitar que las personas caigan en la parálisis del análisis y para conectarlas con las acciones que deben tomar para crear el cambio que desean”. ― Hayley Quinn, una asesora de citas con sede en Londres.
Utilizo buenos olores para mejorar mi estado de ánimo
“Mi nuevo enfoque es el perfume y ha sido muy divertido aprender sobre diferentes notas, nuevos lanzamientos, varias marcas y cómo cambia con el tiempo en la piel. Me propuse usar un perfume que me encanta, incluso si estoy en casa todo el día con calzas y una camiseta. Oler una fragancia que me encanta me pone instantáneamente de buen humor. Además, me encanta el ritual de ponérmelo por la mañana, después de la ducha y antes de acostarse. Es un cuidado personal indulgente y me hace muy feliz”. ― Natalya Jones, una escritora que vive en Florida.
Tomé el pasatiempo de mi difunta madre
“Empecé a coser como mi madre. Cuando mamá falleció, quise usar su máquina casi nueva para mantenerme conectado con su memoria. Años más tarde tengo una máquina resistente y regularmente hago carteras, bolsos y mochilas para mantener mi zen”. – Ana G.
Empecé a validarme a mí mismo en lugar de buscar la validación en los demás
“Algo pequeño que comencé a hacer hace un tiempo es ser intencional y consistente en reconocerme y validarme. En todos los aspectos de mi vida. Esto me ayudó gradualmente a recuperar mi poder de buscar la validación de los demás y de inclinarme demasiado por cumplir las expectativas de los demás. Esto me ha hecho mucho más feliz porque ahora me veo, me escucho y me cuido mucho mejor. Antes de que puedas navegar efectivamente sirviendo de una taza vacía o llena, creo que tener la capacidad de reconocer cuán hermosa es tu taza te permite encarnar el poder y el amor que mereces recibir y compartir”. ― Dagny Zenovia, una escritora que vive en Ghana.
Hago largas caminatas todos los fines de semana
“Los fines de semana hago caminatas cada vez más largas. Después de una larga recuperación de una operación el año pasado que me quitó la capacidad de comer y hablar durante meses, estaba buscando algo que hacer en la naturaleza. Comencé mini caminatas de 30 minutos, que al principio me agotaron, pero eventualmente fui aumentando hasta tres o cuatro horas. ¡No pensé que lo disfrutaría tanto como lo hago! Sonrío mucho y me ha ayudado a aliviar mi estrés, simplemente exhalar. Me hace reír cómo conduzco hasta la tienda local a dos calles de distancia, y aun así doy 16.000 pasos alrededor de lagos, subiendo colinas y sobre puentes desvencijados con mi perro. Mientras estoy fuera, tomo alguna que otra foto. De hecho, acabo de regresar de dos lugares en un día”. – Zoé J.
Me permito mirar los titulares una o dos veces al día
“Yo era periodista, así que siempre tenía un canal de noticias de fondo; siempre tenía que ser el primero en enterarme. Ahora, no ver las noticias me hace feliz. No me malinterpretes. Todavía sigo el ritmo. Quiero estar informado. Pero ahora reviso los titulares una vez, a veces dos, al día. No estoy tan deprimido”. – Bárbara B.
Aprendí a evitar bucles de pensamientos negativos
“Aprendí a no ‘seguir’ cada pensamiento que surge. Me ayuda a no pensar demasiado ni reflexionar. Ya no soy esclavo de mi mente”. – Jerez B.
Me convertí en maestro en Duolingo
“Hago Duolingo todas las mañanas. Tengo 868 días de portugués en mi haber y he estado en Lisboa dos veces y en Río una vez desde que comencé”. -Rachael Adele L.
Continúa…