Por Manuel Gómez Sabogal
Quienes conocemos a Amanda Carvajal, sabemos que nació un 8 de junio del siglo pasado. Siempre ha sido alegre, buena gente, buena vecina y querida por la comunidad de su barrio. Siempre ha sido fuerte y llena de mucho afecto. Tiene un gran corazón.
También, sabemos de sus cualidades como modista o costurera como dicen por ahí. Desde siempre, ha sido una gran modista. Vestidos o trajes para niños, niñas, jóvenes, adultos, para primera comunión o matrimonio.
En muchas ocasiones, le basta con mirar bien a la persona antes de tomarle las medidas. Apunta en su cuaderno todo lo referente a los datos relacionados para luego, no fallar a la hora de hacer el traje solicitado y con las telas que le entregan. No quiere desperdiciar nada de lo que le llevan.
Solicita que le entreguen la tela con el color de acuerdo a la necesidad de la persona. Y hace la entrega el día para el cual le han encargado el traje definitivo, sea cual sea.
No se compromete si no puede hacerlo en el tiempo que le fijan. Prefiere decirle a la persona que en ese momento le queda difícil, pero no se mete en líos.
Se ha defendido muy bien con la costura y su metro alrededor del cuello. La máquina Singer no le ha faltado nunca. Ha sido su compañera de labores. Además, siempre la tiene lista y bien aceitada.
La rodean sus hijos y nietos con ese cariño que nunca le ha faltado y ella, jamás les ha fallado. Su familia la consiente, la visita, porque ella se lo ha ganado.
Sus hijos son unos luchadores como ella. Les enseñó siempre a trabajar y a ser honestos como ella lo ha sido.
Sus nietos son unos diablillos que la quieren como la abuela gomela que los jonjolea, los mima, los abraza y les da todo el afecto del mundo
Este es un pequeño homenaje a una mujer, a uno de esos valores que nadie conoce o reconoce, porque no hace política, no está detrás de un político. Es un homenaje a una mujer que trabaja, lucha, se esfuerza y saca a su familia adelante.
Nunca se ha rendido ante las dificultades que, en ocasiones, ha tenido.
Amanda Carvajal es una mujer que representa a muchas mujeres que son subvaloradas, pero merecen un espacio en el mundo. Un reconocimiento, porque vale la pena.
Hoy, está hospitalizada. Solo resta que salga pronto de esta situación y que vuelva a ser la de siempre para que siga jugando con la Singer y consentida por sus nietos.
Y saldrá adelante, porque sabe que la necesitamos. Dios sabe que aquí la están esperando no solo los hijos y nietos, sino la familia, los vecinos, sus amigos y los usuarios que requieren de sus servicios.
«Cada vez que una mujer se levanta por sí misma, se levanta por todas las mujeres».
Maya Angelou