– Mamá, mamá, tengo que ir al ginecopsiquiatra
– ¿Al ginecosiquiatra?
– Si, porque cada vez que me follan, me vuelvo loca.
– Doctor, mi hija no se encuentra bien
– Dígame, ¿su hija esputa y excrementa?
– Mi hija es puta, pero no escarmienta.
– Doctor, no puedo dormir
– Si me echo del lado izquierdo se me sube el hígado y si me echo del derecho se me sube el riñón.
– Pues, acuéstese boca arriba.
– Entonces se me sube mi marido.
Doctor, me tiemblan muchos las manos.
¿No será que bebe demasiado alcohol?
Qué va!, si lo derramo casi todo!
– ¿Desde cuando tiene usted la obsesión de que es un perro?
– Desde cachorro, doctor.
– Doctor, vengo a que me ausculte.
– Rápido al armario.
Dos amigos de la infancia:
– Oye ¿tu te acostaste con tu mujer antes de casarte?
– Yo no, ¿y tú?
– Hombre, yo no sabia que te ibas a casar con ella.