Karen Malone Wright, de 62 años, está plenamente consciente de las implicaciones existenciales de no tener descendencia. Como fundadora de TheNotMom.com, un sitio para mujeres sin hijos —y como hija única sin hijos propios—, jamás ha podido sacudirse la sensación de que será la última en apagar la luz al marcharse.
Para algunas personas que no tienen hijos por elección o por circunstancia, el tema de dejar un legado puede generar tensión.
Malone Wright, quien vive en Cleveland, se dio cuenta de que aun cuando tienes un hijo, no tienes forma de controlar cómo gestionará tu legado; podría hacer algo que tú no habrías elegido.
Algunos intentan contribuir con el bien común al convertirse en instructores o mentores o con apoyo a instituciones de beneficencia. Otros buscan realizar contribuciones duraderas en sus profesiones.
Si eres una persona sin hijos del estilo de Cecil H. Green, fundador de Texas Instruments, heredas grandes cantidades de dinero a las instituciones médicas y educativas más importantes del mundo. Si eres Beethoven, Luther Vandross o Joey Ramone, dejas un catálogo de éxitos. Si eres Julia Child o Frida Kahlo, inspiras a futuras generaciones a través de tus pasiones.
Sin embargo, no tienes que ser rico, un genio o un artista de renombre para influir en la vida de las personas durante muchas generaciones más. Estas son algunas maneras de dejar un legado duradero cuando no tienes descendencia genética.
Ponlo por escrito
Lo que sea que decidas hacer —especialmente si involucra dejar dinero o bienes a tus seres queridos, fundaciones o instituciones de beneficencia pública— el mayor obstáculo es superar la procrastinación y armar un plan.
“Piensa con cuidado qué es lo que más te importa en la vida y hazlo por ti, por tu paz mental”, comentó M. Eileen Dougherty, planificadora patrimonial acreditada y presidenta de la Asociación Nacional de Planeadores Estatales y Consejos.
Ella recomienda a las personas obtener tres documentos esenciales: un testamento válido que cumpla con los requisitos del lugar donde tienen su domicilio legal, un poder notarial general y un poder notarial de servicios médicos. También es importante designar sustitutos de las personas involucradas.
“Si no lo pones por escrito, el gobierno decide qué hacer con tu herencia, así que vale la pena darse el tiempo de elaborar bien los documentos y revisarlos una vez al año para verificar si siguen teniendo lógica según las circunstancias”, dijo.
Conserva tu historia familiar
Tus objetos personales podrían no recaudar tanto dinero como las cartas de Marilyn Monroe, pero enviar cartas escritas a mano es una forma maravillosa de dejar un registro de tu personalidad. Comparte tus recetas favoritas, escribe acerca de tus experiencias y triunfos, escribe tus mejores consejos de vida. Por supuesto, para que tu correspondencia funcione como un legado duradero, el receptor debe conocer tus planes y estar de acuerdo con guardar lo que le envíes.
Kathleen W. Hinckley, genealogista certificada y directora ejecutiva de la Asociación de Genealogistas Profesionales, anima a quienes no tienen hijos a recopilar todos sus recuerdos familiares. Señaló: “A tus primos o sobrinos les podría gustar la idea de recibir cualquier reliquia o historia familiar que tengas para heredarles”.
Ella sugiere convertirte en tu propio biógrafo: “Escribe un cuento, un librillo o un libro, de la extensión que tú quieras”. Esos textos podrán conservarse mejor que, por ejemplo, un gabinete lleno de cartas y documentos sueltos amontonados. También recomienda digitalizar las fotografías familiares. Etiqueta a quienes aparecen en las fotografías y guarda las originales en cajas libres de ácidos.
Si los miembros de la familia fueron parte de los primeros pobladores del lugar, dona las imágenes a una sociedad histórica o a un archivista. Las fotografías donde aparezcan calles principales o casas que ya no existan podrían resultar de interés. “Depende de la imagen; cada sociedad histórica tendrá sus propios lineamientos”, dijo. “En ocasiones una biblioteca local puede aceptar fotografías familiares y escritos si la familia vivió ahí durante varias generaciones”.
Apoya a instituciones que te parezcan relevantes
Donar dinero a escuelas es otra forma en la que quienes no son padres afianzan su legado. Pero antes de firmar un cheque sustancioso o destinar parte de tus bienes a tu alma máter en tu testamento, habla de tus intenciones con la institución que tienes en mente, explicó Audra M. Lewton, directora de Donaciones y Planeación Patrimonial de Barnard College.
“Llama o acércate a alguien de la institución y hablen al respecto. En un colegio o universidad, es muy probable que haya una oficina profesional con personal que se dedique a esto, así que es buena forma de empezar”, afirmó. “Entérate de qué se puede hacer antes de abrumarte tratando de hacerlo por tu cuenta”.
Si eliges lanzar una beca escolar con tu nombre, es importante tener planes flexibles. Lewton recordó una situación en la que se lanzó una beca en Barnard a principios de la década de los cincuenta para apoyar a estudiantes de Estenografía, el proceso de tomar notas a mano con rapidez. “Puedes imaginarte cuál era la intención”, dijo. El donador intentaba impulsar las habilidades útiles en el lugar de trabajo, pero hace mucho que los empleadores dejaron de buscar ese tipo de experiencia.
Lucha por causas nobles
Sin importar qué te motive —beneficencia para mascotas, iniciativas relacionadas con la salud, la sociedad y el medioambiente—, considera participar más activamente en una causa que te agrade o heredar dinero o bienes a una organización noble que refleje tus valores.
Ginger Mlakar, consejera sénior y directora de Relaciones con Donadores de Cleveland Foundation, recomienda consultar sitios de internet como Guidestar y Charity Navigator para asegurarte de que la fundación tenga prestigio.
Otra consideración: algunas organizaciones, como la Cruz Roja, tienen sucursales nacionales y locales. Mlakar afirmó que los donadores deberían investigar “para garantizar que su dinero vaya a ser destinado exactamente a donde ellos desean”.
Lo más importante es tener un plan. Prince, Jimi Hendrix y Howard Hughes son buenos ejemplos de lo que no se debe hacer, explicó Mlaklar, pues fallecieron intestados. “Lo que sucede en muchos de esos casos, particularmente con herencias de tamaño considerable, es que hay un litigio, y las organizaciones de beneficencia quedan excluidas”, dijo.
“Muchas personas asocian la planeación de las herencias únicamente con la muerte”, comentó Dougherty, “pero en realidad se trata de hacer cumplir tus deseos”.
Vía New York Times
the Not Mom
Es una fuente específica de noticias, comentarios y conexiones para la comunidad cada vez más grande de mujeres sin hijos. Actualmente vivimos en un ambiente matriarcal, pero no hay muchas mujeres que no son madres, por no haber querido o podido.
Una de cada 6 mujeres estadounidenses no tiene hijos. Esa misma proporción se puede ver en otros países del mundo.
El portal fue lanzado en el 2012, para señalar las perspectivas, legados y dimensiones únicas de la vida de las mujeres que no tuvieron hijos a través de su blog, eventos y redes sociales. Tiene un enfoque estadounidense, pero su alcance es global.
Acepta mujeres que no quisieron tener hijos, mujeres que alguna vez tuvieron la esperanza de tenerlos, mujeres que nunca dieron a luz pero cuidan hijastros u otros familiares. Están todas en caminos diferentes, pero en la misma dirección.