Es común ver cómo algunas personas evolucionan temor a la estabilidad amorosa, sobre todo, si han tenido una historia infortunada en sus relaciones afectivas. La “amorofobia” causada por una serie de fracasos afectivos o por la experiencia sumamente traumática de una relación de pareja excesivamente negativa provocan inseguridad emocional y la idea de nunca poder hallar una pareja estable. Para combatir este temor, el psicólogo y escritor Walter Riso nos invita a trabajar en estas tres tareas:
1. Ten claro qué es importante para ti en una relación y que no lo es
En primer lugar, debes tener presente que eres tú quien elige y decide estar con alguien, por lo tanto, sin que te vuelvas ultra exigente, piensa qué buscas en una pareja y qué no. Haz una lista y organízala prioritariamente, con esto en mente, saldrás al mundo de la conquista, conocerás personas que descartarás de inmediato, hasta que des con la persona que se acerque a tus predilecciones.
“No siempre debes entrar por el sentimiento, a veces, comienzas con una opción abierta, pero con buen fundamento y una enorme claridad: lo que no quieres ni te interesa”.
2. Ponle el pecho a la soledad
Enfrentarla, perderle el miedo y empezar a vivirla y habitarla con una actitud nueva. Aunque no lo creas los momentos de soledad te vuelven apacible y te permiten estar en contacto íntimo con tu persona.
“Estar solo o sola no es una desgracia”.
3. No juegues el papel de víctima
Es posible que cuando te sientas solo o sola, tu mente empiece a dramatizar la situación. No empieces a saborearte con frases como: “ Todos están con alguien”, “Nunca encontraré alguien que me quiera” o “Nadie me quiere”. Hay que evitar esas imágenes negativas, hay que combatirlas, date cuenta que la realidad no es tan cruel, luego detén el pensamiento negativo y de inmediato cambia la imagen por una neutra y relajante.
“Así es la mente: te mete en un hoyo y te hunde, si no haces nada para evitarlo”.