
Luis R Castellanos: la mirada de un recién llegado
A pesar de mi formación militar en el Ejército, no estoy a favor de las guerras o del uso de violencia desproporcionada e innecesaria. Es mi pensar que las Fuerzas Armadas deben tener como propósito fundamental la defensa del territorio nacional, y tener una acción disuasiva ante potenciales antagonistas.
Este tema acerca del conflicto Rusia – Ucrania o Ucrania – Rusia, como lo quieran ver, es bastante controversial, pero no voy a extenderme mucho.
A propósito me inclinaré por un enfoque simplista y muy genérico, haciendo uso de metáforas.
Si un adulto, en general, ve a un par de jóvenes o niños peleando, no es en mi opinión la mejor recomendación de darle más instrumentos de pelea a cada uno para que sigan peleando. Un adulto con conciencia y maduro lo que debería hacer sería separar al par de jóvenes y buscar una conciliación.
Por supuesto que no son un par de jóvenes quienes están peleando, sino quizás un niño y un hombre mayor. Igual en este caso, la solución no sería darle más armas al niño y azuzarlo para que siga peleando. De nuevo, la idea es parar la pelea, y conciliar. Buscar una solución.
Como se dice, no se debe apagar el fuego rociando gasolina.
Por eso pienso que la comunidad internacional y los organismos mundiales (como la Organización de las Naciones Unidas – ONU -) debieron haber tomado una actitud más firme e imparcial, para conciliar en el conflicto, buscar un inmediato cese al fuego, y evitar la pérdida de recursos de todo tipo.
(Por cierto, que en mi opinión esto muestra la ineficacia de la ONU en lo que debería ser parte de su razón de ser).
Las sanciones establecidas contra Rusia también me parecieron un sin sentido, debilitando la situación económica no de Rusia sino de Europa, y empujando a Rusia a los brazos de China y otros países (Rusia forma parte del programa BRICS, por ejemplo).
De igual manera, me parece algo sin sentido y sin ningún efecto tangible el tener en sus perfiles de sus redes sociales la bandera de Ucrania o de Rusia.
Por cierto, para darle un poco de contexto al asunto, debo recordar que este conflicto entre Ucrania y Rusia no es recién, ya que que data desde hace más de 10 años, sólo que en febrero del 2022 se llevó a cabo la intensificación de las acciones, al Rusia invadir la porción oriental de Ucrania, específicamente en las regiones de Crimea y del Donbás.
Otro aspecto que no me agrada, es (relacionado precisamente con lo expuesto en el párrafo 4) la gran cantidad de dinero entregado por el gobierno de los EEUU al gobierno de Ucrania. Para que se tenga una idea, el Plan Marshall que se implementó en Europa luego de la 2da Guerra Mundial consistió en $13 millardos, para todos los países involucrados (claro, dólares de 1948). A la fecha, Ucrania ha recibido $75 millardos. Ese dinero proviene de los organismos gubernamentales, que a su vez, provienen de los impuestos recaudados.
En Venezuela se dice, «oscuridad hacia adentro y claridad hacia afuera» cuando nos esforzamos en arreglarle las cosas a los demás, pero no nos preocupamos en arreglar las nuestras. ¿Cuántas ayudas no ha dado Venezuela en los últimos años a otros países, sin mirar hacia adentro y asegurarse primero de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos?

Algunas referencias para revisar: