ADOPCIÓN
La maestra Debbie Moon estaba estudiando con su grupo de primer grado la pintura de una familia. En la pintura había un niño que tenía el cabello de color diferente al resto de los miembros de la familia. Uno de los niños del grupo sugirió que el niño de la pintura era adoptado. Entonces, una niña del grupo le dijo:
– “Yo sé todo de adopciones, porque soy adoptada”
– “¿Qué significa ser adoptado?” Preguntó otro niño.
“Significa” -dijo la niña- “Que tu creces en el corazón de tu mamá, en lugar de crecer en su vientre”.
PIDIÉNDOLE A DIOS
Un niño de 10 años estaba parado frente a una tienda de zapatos, descalzó, viendo a través de la ventana y temblando de frío.
Una señora se acercó al niño y le dijo:
– “Mi pequeño amigo, ¿Qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?”.
– “Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos”.
Fue la respuesta del niño. La señora lo tomó de la mano y entraron a la tienda. Le pidió al empleado media docena de pares de calcetines para el niño.
Preguntó si podía darle un recipiente con agua y una toalla. El empleado le trajo lo que pidió. Ella llevó al niño a la parte trasera de la tienda, le lavó los pies y se los secó.
Para entonces el empleado llegó con los calcetines. La señora le puso un par al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el otro grupo de calcetines y se los dio al niño. Le acarició la cabeza y le dijo:
– “¡No hay duda mi pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora!”.
Cuando ella daba la vuelta para irse, el niño le agarró la mano y mirándola con lágrimas en los ojos, le preguntó:
– “¿Es usted la esposa de Dios?”.
SOLIDARIDAD
Al autor y orador Leo Buscaglia se le solicitó una vez que fuera parte del jurado en un concurso.
El propósito del concurso era encontrar al niño más cariñoso. El ganador fue un niño de 4 años, vecino de un anciano cuya esposa había fallecido recientemente.
El niño al ver al anciano llorar en el patio de su casa, se acercó, se sentó en su rezago y comenzó a llorar. Cuando su mamá le preguntó que le había dicho el vecino, el niño le contestó:
– “Nada… Solo le ayudé a llorar”.
EL ACTORCITO
Un niño estaba intentando conseguir una parte en una obra en la escuela. Su mamá contaba que el niño había puesto su corazón en ello y ella temía que no fuera elegido. El día que las partes de la obra fueron repartidas, estaba en la escuela. El niño salió corriendo con los ojos brillantes, con orgullo y emoción.
– “Adivina qué mamá”
Gritó y luego dijo las palabras que permanecerán como una lección para mí:
– “He sido elegido para aplaudir y animar”.
Con los años vamos perdiendo la inocencia, que no es otra cosa que la sabiduría que nos regaló Dios. Recuerda decir “Gracias”…