Tomado de Phrónesis
La crianza helicóptero se resume en un concepto claro, pero cada vez menos considerado por los padres: la sobreprotección. Controlar a los hijos, en exceso, limitará la evolución tanto de los padres, así como del niño. Más específicos, la traducción de helicopter parenting es lo que nos trae realizar al presente artículo. Una limitación del comportamiento, pensamiento, acción y demás, de los hijos, con consecuencias nada alentadoras. Por eso, entérate de cómo reconocerlo y prevenirlo, para evitar daños a corto, mediano y largo plazo.
Quien planteó este concepto fue el Doctor Haim Ginott en su libro: Entre padres e hijos. Se basó en entrevistas realizadas a jóvenes, quienes llegaban al mismo punto de relación. Los padres hacían un seguimiento sobre ellos como helicópteros, entrando a acotación con mayor fuerza hacia principio del presente siglo. Incluso, años después de utilizado el término se buscó a algunos entrevistados y las consecuencias, muchas veces, fueron malas decisiones para sus vidas.
La crianza helicóptero, erróneamente, se basa en el comportamiento de los padres por querer “el bien” para sus hijos. Los resultados que la experiencia ha dejado no son más que inseguridad y evasión de oportunidades para e hijo. ¿Por qué? Porque los padres limitaron sus decisiones y, antes que atreverse a vivir, debían recibir el consentimiento y decisión de los mismos. Básicamente, crear seres para satisfacción del padre y no del hijo, es lo que se vive cada día y avanza sin detenerse.
Un niño que creció entre las decisiones de comportamiento de sus padres, muy seguramente no contará con decisión propia para el resto de la vida. Las consecuencias pasan por estados emocionales, sentimentales, psicológicos, e incluso físicos, afectando su espacio en la sociedad. Además, la depresión y fallas en las habilidades reducirán las posibilidades de superación desde que se es niño hasta la adultez. Irremediablemente, el sentimiento de culpa no lo sufre nadie más que el hijo, ya que únicamente es él quien siente la culpa.
Pero no todo es malo con respecto a los padres helicóptero y la metodología que lleven las crianzas. A favor, muchas veces estos niños reciben una educación fortalecida que les motiva intelectualmente a desarrollarse en varias áreas. La educación de la crianza helicóptero no deja al azar la prevención de los vicios, limitando el acercamiento a males de la sociedad. Además, el cuidado por sus asuntos personales siempre será estructurado en positivo.
Por último, nuestra invitación es a acercarte a ti como padre y madre de forma amistosa a tus hijos. Por supuesto, guardando las proporciones entre el tipo de relación, pero siempre dando cabida al desarrollo del niño pensando en él. El error es proteger para satisfacción de los padres, antes que proteger prohibiendo conocer y desarrollarse el niño. Conversa, pregunta, apoya, invita a que opte por decidir, dentro de la prudencia. No limites sus sueños, acepta sus propias estrategias, conversa en positivo para que así mismo resuelva sus asuntos. Entiende que el niño que tienes ahora se convertirá en adulto y tendrá que afrontar, así como tú, situaciones de vida a las que tiene que hacer frente él mismo.