La ñ, además de ser la letra emblema de nuestro idioma, posee una de las mayores curiosidades del alfabeto español. ¿Por qué? Pues porque tiene su origen en una situación parecida a los actuales q o xq que tanto se ven en Internet hoy en día y que suscitan tanta polémica.
El sonido representado por esta grafía (el fonema nasal palatal) no existía en latín, pero sí se desarrolló en muchas lenguas románicas, donde se representa de diferentes maneras —pero siempre con dos grafías—: ny en catalán, nh en portugués, gn en francés…
En castellano había, al principio, diferentes formas de representarlo, pero la más común pasó a ser la de una doble ene (nn). Los copistas, a los que les dolía el dedo de tanto escribir, empezaron a colocar la virgulilla encima de la n para ahorrar tinta y esfuerzo.
Así es, Internet no ha sido el primer medio en el que tendimos a ahorrar en el lenguaje. Ya con la escritura a mano sucedía. No es de extrañarse… Imaginad trabajar escribiendo a mano, y con buena caligrafía, durante largas horas de trabajo…
¿Será el xq el futuro símbolo del español online? Ahora ya no os parece disparatado pensarlo, ¿verdad?