Walter Riso – Walter-Riso.com
Si alguna vez te has encontrado atrapado en un ciclo de autocrítica negativa, sabrás lo agotador que puede ser. A menudo, somos nuestros propios críticos más duros, manteniendo un diálogo interno que no permitiríamos que otros usaran con nosotros. Pero, ¿qué pasaría si empezáramos a tratarnos con la misma compasión que ofrecemos a un amigo o incluso a nuestros hijos o seres más queridos?
La autocrítica excesiva puede tener un impacto profundo en tu autoestima, afectando la manera en que te relacionas con los demás y cómo te percibes a ti mismo, además puede paralizarnos, impidiendo que tomemos riesgos o persigamos nuestras metas. Aquí te nombro algunas situaciones comunes que quizás podrías estar experimentando:
- Dudas de tus propias habilidades, lo que te lleva a evitar nuevos desafíos o a sentirte inseguro en situaciones sociales.
- Te culpas por errores pasados, incluso cuando ya no tienes control sobre ellos.
- Sientes que nunca eres suficiente, sin importar cuán duro trabajes o cuántos logros consigas.
- Te comparas constantemente con los demás, lo que alimenta la sensación de inferioridad.
Si alguna de estas situaciones te resulta familiar, es un claro indicio de que tu crítico interno puede estar dominando tu pensamiento. No tienes que vivir así. Aquí te dejo cuatro estrategias clave para empezar a silenciar a ese crítico interno y fomentar un sentido más fuerte de autocompasión:
- Identifica y desafía tus pensamientos negativos: Cuando te sorprendas siendo autocrítico, pausa y analiza esos pensamientos. Pregúntate si son objetivos y justos. Intenta reformular el pensamiento negativo para encontrar una perspectiva más equilibrada.
- Habla contigo mismo como lo harías con un amigo: La próxima vez que te encuentres siendo duro contigo mismo, intenta cambiar el guión. Imagina que hablas con un buen amigo que está pasando por una situación similar. ¿Qué le dirías? Luego, aplícalo a ti mismo. Practicar la autocompasión te ayudará a cambiar tu tono interior de juicio a apoyo.
- Enfócate en tus logros y cualidades positivas: Lleva un registro de tus éxitos, grandes y pequeños. Esto te ayudará a reconocer tu progreso y a fortalecer tu autoestima. Cada vez que te sientas tentado a ser crítico, revisa tu lista de logros y enfócate en lo bueno.
- Establece metas realistas y celebra los pequeños logros: En lugar de castigarte por no cumplir con expectativas poco realistas, establece metas alcanzables y reconoce cada paso adelante.