Traducido por Luis R Castellanos de «Forbes«
Siempre estamos persiguiendo algo, ya sea un ascenso, un auto nuevo o una pareja. Esto lleva a la creencia de que «cuando suceda (el espacio en blanco), finalmente seré feliz».
Si bien estos acontecimientos importantes nos hacen felices al principio, las investigaciones muestran que esta felicidad no dura. Un estudio de la Universidad Northwestern midió los niveles de felicidad de la gente normal frente a aquellos que habían ganado grandes premios de lotería el año anterior. Los investigadores se sorprendieron al descubrir que los índices de felicidad de ambos grupos eran prácticamente idénticos.
La noción errónea de que los acontecimientos importantes de la vida dictan la felicidad y la tristeza es tan frecuente que los psicólogos le dan un nombre: sesgo de impacto. La realidad es que la felicidad basada en eventos es pasajera.
La felicidad es sintética: o la creas o no. La felicidad duradera se gana a través de tus hábitos. Las personas sumamente felices tienen hábitos perfeccionados que mantienen su felicidad día tras día. Pruebe sus hábitos y vea lo que hacen por usted:
1. Reducen el ritmo para apreciar los pequeños placeres de la vida
Por naturaleza, caemos en rutinas. En cierto modo, esto es algo bueno. Ahorra una valiosa capacidad intelectual y crea comodidad. Sin embargo, a veces uno queda tan atrapado en su rutina que no logra apreciar las pequeñas cosas de la vida. Las personas felices saben lo importante que es saborear el sabor de su comida, deleitarse con la increíble conversación que acaban de tener o incluso simplemente salir a respirar aire fresco.
2. Hacen ejercicio
Hacer que tu cuerpo se mueva durante tan solo 10 minutos libera GABA, un neurotransmisor que calma tu cerebro y te mantiene en control de tus impulsos. Las personas felices programan ejercicio con regularidad y lo siguen porque saben que rinde enormes dividendos para su estado de ánimo.
3. Gastan dinero en otras personas
Las investigaciones muestran que gastar dinero en otras personas te hace mucho más feliz que gastarlo en ti mismo. Esto es especialmente cierto en el caso de pequeñas cosas que demuestran esfuerzo, como hacer todo lo posible para comprarle a tu amigo un libro que sabes que le gustará.
4. Se rodean de las personas adecuadas
La felicidad se transmite a través de las personas. Rodearse de gente feliz genera confianza, estimula la creatividad y es absolutamente divertido. Andar con gente negativa tiene el efecto contrario. Quieren que la gente se una a su grupo de lástima para poder sentirse mejor consigo mismos. Piénselo de esta manera: si una persona fumara, ¿se sentaría allí toda la tarde inhalando el humo de segunda mano? Te distanciarías y lo mismo deberías hacer con las personas negativas.
5. Se mantienen positivos
A todo el mundo le pasan cosas malas, incluida la gente feliz. En lugar de quejarse de cómo podrían haber sido o deberían haber sido las cosas, las personas felices reflexionan sobre todo aquello por lo que están agradecidas. Luego encuentran la mejor solución disponible para el problema, la abordan y siguen adelante. Nada alimenta tanto la infelicidad como el pesimismo. El problema de una actitud pesimista, además del daño que causa al estado de ánimo, es que se convierte en una profecía autocumplida: si esperas cosas malas, es más probable que experimentes eventos negativos. Es difícil deshacerse de los pensamientos pesimistas hasta que reconoces lo ilógicos que son. Oblígate a analizar los hechos y verás que las cosas no son tan malas como parecen.
6. Duermen lo suficiente
Lo he matado a golpes a lo largo de los años y no puedo decir lo suficiente sobre la importancia del sueño para mejorar el estado de ánimo, la concentración y el autocontrol. Cuando duermes, tu cerebro literalmente se recarga, eliminando las proteínas tóxicas que se acumulan durante el día como subproductos de la actividad neuronal normal. Esto garantiza que te despertarás alerta y con la cabeza lúcida. Su energía, atención y memoria se reducen cuando no duerme lo suficiente y de calidad. La falta de sueño también eleva los niveles de la hormona del estrés por sí sola, incluso sin la presencia de un factor estresante. Las personas felices hacen del sueño una prioridad porque les hace sentir muy bien y saben lo mal que se sienten cuando no duermen bien.
7. Tienen conversaciones profundas
Las personas felices saben que la felicidad y la sustancia van de la mano. Evitan los chismes, las conversaciones triviales y juzgar a los demás. En cambio, se centran en interacciones significativas. Se relacionan con otras personas en un nivel más profundo porque saben que hacerlo se siente bien, crea una conexión emocional y es una forma interesante de aprender.
8. Ayudan a los demás
Tomarse el tiempo para ayudar a las personas no sólo los hace felices a ellos, sino que también te hace feliz a ti. Ayudar a otras personas te proporciona una oleada de oxitocina, serotonina y dopamina, todo lo cual genera buenos sentimientos. En un estudio de Harvard, los empleados que ayudaban a otros tenían 10 veces más probabilidades de concentrarse en el trabajo y un 40% más de probabilidades de obtener un ascenso. El mismo estudio demostró que las personas que brindaban apoyo social constantemente eran las más propensas a ser felices en momentos de mucho estrés. Siempre y cuando te asegures de no comprometerte demasiado, ayudar a los demás seguramente tendrá una influencia positiva en tu estado de ánimo.
9. Hacen un esfuerzo por ser felices
Nadie se despierta feliz todos los días y las personas sumamente felices no son una excepción. Simplemente trabajan en ello más duro que los demás. Saben lo fácil que es dejarse atrapar por una rutina en la que no controlas tus emociones ni intentas activamente ser feliz y positivo. Las personas felices evalúan constantemente su estado de ánimo y toman decisiones teniendo en cuenta su felicidad.
10. Tienen una mentalidad de crecimiento
Las actitudes fundamentales de las personas se dividen en una de dos categorías: una mentalidad fija o una mentalidad de crecimiento. Con una mentalidad fija, crees que eres quien eres y que no puedes cambiar. Esto crea problemas cuando te desafían, porque cualquier cosa que parezca ser más de lo que puedes manejar seguramente te hará sentir desesperado y abrumado. Las personas con mentalidad de crecimiento creen que pueden mejorar con esfuerzo. Esto los hace más felices porque saben manejar mejor las dificultades. También superan a aquellos con una mentalidad fija porque aceptan los desafíos y los tratan como oportunidades para aprender algo nuevo.
Reuniéndolo todo
La felicidad puede ser difícil de mantener, pero invertir en los hábitos correctos vale la pena. Adoptar incluso algunos de los hábitos de esta lista marcará una gran diferencia en su estado de ánimo.