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A Alanna, mi hija amada, que está en España y a todas las personas que en medio del confinamiento obligatorio, decidieron viajar hacia adentro de sí mismas y encontrar en esta experiencia, un nuevo sentido para su vida en este planeta.
Vivo en el barrio Aguacatal en un conjunto residencial, cerca al río Aguacatal, uno de los ríos que baña mi ciudad, sobre la cual el poeta Eduardo Carranza expresó “Cali es un sueño atravesado por un río”. El 16 de mayo de 2020 cumpliré cincuenta y seis años y a través de este relato, compartiré contigo el regalo que mi Padre me ha dado, desde ahora, para celebrar mi nacimiento.
El domingo 23 de febrero de 2020 acompañé a mi hija, mi familia más cercana, al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón para iniciar un nuevo camino, al viajar a España a vivir junto a su madre. Diez días después, el Covid 19 se había manifestado mundialmente y los cielos se cerraron en la mayoría de países del mundo. Afortunadamente ella alcanzó a llegar a Tarragona para acompañar a su mamá, de quien me separé hace más de cuatro años, y juntas están viviendo actualmente esta experiencia.
Por primera vez en mi vida hago un RIO. Un Retiro Interior Obligatorio, como he decidido llamar este momento de mi paso por la tierra. La historia la dividiré en dos partes, la primera, donde vagué como un niño perdido en medio de algo nuevo, desconocido, extraño. En esa primera parte me extravié en medio de series y películas violentas y contenidos para adultos, con los cuales pasaba las horas y los días, hasta que entrada la madrugada, el sueño me atrapaba y no había nada más para hacer que retornar a la cama. Esta primera parte puedo describirla como una etapa de sobrevivencia, aguante, resistencia, entendiendo estas palabras como un ejercicio diario para iniciar y terminar el día sin mayores sobresaltos, sin propósito, con la única esperanza de “superar la prueba”, el encierro cotidiano.
Quiero anotar, que en esa etapa siempre estuvo presente mi gratitud por todo lo que recibía y que me permitía pasar cada jornada sin dificultades de ninguna clase. Igualmente las tareas del hogar como preparar los alimentos, arreglar la cocina, barrer, trapear, lavar la ropa y poner fruta en el balcón para las aves, que incrementaron su presencia, me ayudaban a distraerme mientras las manecillas del reloj marchaban en cámara lenta, en una escena repetida de manera infinita, entre la llegada del sol y la aparición de las estrellas.
El asunto se puso bueno cuando me hastié de la rutina y empecé a sentir un vacío, una angustia leve que tomó fuerza y me llevó a noches en vela, de esas que se van volviendo eternas y que llevan a la desesperación cuando se escuchan los cantos de la aves mañaneras y ves pasar por las cortinas los primeros rayos del sol.
Eso me llevó a recordar mi esencia, es decir, todo aquello que desde siempre me ha hecho vibrar y me ha permitido vivir los mejores momentos de mi existencia y sentí el deseo de volver a leer, entonces comencé a disfrutar el libro Conversaciones con Dios, de Neale Donald Walsch, y con este libro empecé a recibir mi regalo. El libro me atrapó y a escasas páginas de su inicio me llegó el siguiente texto.
Dios ¿dónde estás?
En cada latido de tu corazón, en tu respiración, en cada instante de vida y de muerte también. En tu llegada, estadía y partida, en cada risa, cada llanto, cada canción, cada arpegio, cada grito, cada silencio…
Si quieres, y puedes, te invito a estar conmigo, solo te pido algo a cambio, no temas.
El temor, el miedo y todo lo semejante no soy Yo y no eres tú, eso nos aleja, eso, por decisión tuya te aleja de Mí.
No temas y entrega tu jornada a mi voluntad. ¿Está difícil y oscuro el camino? Mucho mejor porque si estás conmigo encontrarás con certeza mi Luz.
No temas para dar paso a la confianza plena, entrega, suelta, camina seguro y encontrarás mi Luz, Paz y Armonía aquí en la tierra o en el lugar que sea, si estás en Mí y yo en ti, hijo amado, dile sí al viento que mueve las cosas, dile sí al sol que las calienta, dile sí al agua que las baña, dile sí a la danza de la vida y al misterio eterno que nos acompaña y toma mi mano para bailar aquí y ahora o en ese lugar donde Yo te invite a continuar la danza, estoy contigo, aquí y ahora y siempre, eso es lo único seguro y cierto. Tú decides, es tu libre albedrío, y eso, en mi infinito amor por ti, Yo lo respeto.
Marzo 28 de 2020
Después de este texto entré en la segunda etapa de este RIO y llegaron otras lecturas, empezando por El libro de oro. Enseñanzas del Maestro Conde de Saint Germain, que me lo prestó Álvaro, el esposo de mi prima Lucero, quienes viven en este conjunto y que tras la partida de mi hija, me acompañan y me cuidan. Luego empecé Todos vosotros sois hermanos, sobre la Orden de los Hermanos Menores, los franciscanos, obra que llegó a mis manos cuando fui profesor en la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de San Buenaventura en Cali y que lleva conmigo más de ocho años y solo ahora, en este momento, he iniciado su lectura y al respecto deseo agregar algo, los libros nos escogen, ellos saben cuando es el momento para encontrarnos y se manifiestan, ni antes ni después, esa es mi experiencia y dejo constancia de ella.
Ese primer escrito me llevó al segundo.
Una pregunta a mi Padre
Nunca sobrará decir que respeto tus creencias y al compartirte las mías, y lo que recibo de ellas, no intento cambiar, ni entrar en contradicción o debate con las tuyas. Nada de eso, mi única intención es esa, compartirte algo y tú, en tu libre albedrío lo miras o no, lo tomas o lo dejas, así como yo en el mío he decidido no guardarlo solo para mí.
Le he preguntado a mi Padre Celestial. ¿Qué misión tiene el hermano Covid aquí en la tierra?
-Hijo amado, recordarte algo a ti y a todo aquel que se disponga a recibir el mensaje, a no resistirse, para que el verdadero sentido de todo esto le permita comprender.
-¿Cómo hago para disponerme?
-¿Cuál es uno de tus dones y qué haces con él?
-Escribir y compartir lo que escribo.
-Perfecto, entonces escribe y comparte.
-¿Y qué debo escribir?
Dejé mi mente en blanco unos segundos y súbitamente mi mano fue guiada y aparecieron estas palabras en la hoja de papel.
Conciencia
Optimismo
Vida
Intención
Despertar
Al terminar de escribir una inmensa alegría me invadió y lloré, agradecí a mi Padre por su respuesta y le pedí que me ayudara a comprender las palabras y el mensaje escondidos en este acróstico y Él me dijo. “Te lo dejo de tarea”.
Yo le respondí con una sonrisa y le dije: vale Pa, te amo. Y continué con mis tareas cotidianas en medio de mi RIO.
Cuando comprenda qué significan estas palabras y su mensaje, ten la certeza que lo compartiré contigo y si tú me ayudas a encontrar una respuesta, de verdad que te quedaré muy agradecido.
Abril 9 de 2020
Al terminar sentí mucha alegría por este mensaje y esperé tranquilamente el resto, desde mi fe, doy un paso al frente al borde del abismo, en medio de la nada y de la bruma que lo abarca todo, con la certeza de caminar hacia un terreno firme.
Así fue, el 10 de abril, de 2020 un viernes Santo, las palabras retornaron como una cascada para dibujar este paisaje.
La Conciencia y el Optimismo conducen a una Vida con Intención hacia el Despertar.
Ese fue el mensaje que mi hermano Covid me reveló, y en ese momento sentí que debía tomar mis dos tomos del diccionario de la RAE (Real Academia de la Lengua Española) del 2001, para buscar el significado de esas cinco palabras. Así yo los supiera, una voz interior me dijo de debía buscar, leer y tomar los significados que me ayudaran a comprender totalmente esta revelación, así lo hice y esto sucedió.
Conciencia “Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales…” Yo soy hijo de mi Padre Celestial y pienso y actúo en consecuencia, por lo tanto, Yo Soy y vivo en Optimismo, es decir, todo es “Sumamente bueno, no puede ser mejor…” Acepto, como ser optimista, que todo es perfecto porque viene de un origen perfecto.
Mi Vida, que es la “Unión del alma y el cuerpo…” La vivo con Intención, o sea, con el “Grado de fuerza con que se manifiesta un agente natural, una magnitud física, una cualidad, una expresión…” Y esa intención, esa fuerza, se dirige y dedica al Despertar, a “Cortar, interrumpir el sueño a quien está durmiendo…” A “Renovar o traer a la memoria algo ya olvidado…”.
Abandono la fantasía, la separación, Yo Soy Uno con mi Padre, despierto ante y con Él. Recuerdo que Yo Soy su hijo amado y regreso a Casa en perfecta alegría porque la Casa de mi Padre es el Amor.
Si mi Padre permite que después de esta experiencia cósmica llamada Covid 19, yo siga en la tierra, a través de este regalo, que estoy compartiendo contigo, me ha manifiesto mi tarea, mi misión, mi camino, mi horizonte y me ha dotado con los dones para hacerlo.
Y si me llama a su regazo, acudiré dichoso a este nuevo encuentro porque Él así lo ha querido. Así las cosas, si hice bien la tarea y lo recordé todo, ascenderé y si no fue así, entonces aceptaré humildemente realizar nuevamente la experiencia de recordar aquello que me falta para ser uno con la Luz Divina.
Gracias Padre por este regalo y todos los que me das cada día, gracias Padre mío por tu presencia en mi vida.
Hoy es 12 de abril de 2020 día para celebrar la Resurrección de Cristo, hoy terminé estas palabras que he compartido contigo y al hacerlo honro la tarea dada por mi Padre. Que así sea.
Amén. Amén. Amén.
Silvestre Alelí. Santiago de Cali.
Miguel Caro Gamboa