¡Mentira! El Cementerio Libre de Circasia era un monumento a la libertad, a la tolerancia y el amor como su nombre lo indicaba.
Era, digo yo. Fue, en algún momento, símbolo de libertad. Hoy es el símbolo de la intolerancia de quienes pertenecen a la Junta directiva de la Fundación Cementerio Libre.
El escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal recibió de Braulio Botero el ofrecimiento de una tumba en esa bella colina quindiana, rodeada de viento fresco, silencio puro y espléndidos paisajes. Y difundió la noticia de que allí irían a reposar sus despojos. Contrató la elaboración de una escultura y el respectivo epitafio. El escultor Jorge Vélez Correa, quien había elaborado la escultura de Braulio Botero que está en el cementerio que era libre, fue el encargado de realizar dicho trabajo.
El pedestal tiene una frase pronunciada por el escritor en el discurso que leyó cuando el funeral del fundador del que fuera cementerio Libre de Circasia, Braulio Botero.
Durante más de 30 años, Gustavo hizo publicidad al cementerio diciendo en toda entrevista que lo enterrarían parado. Para evidenciar que él no es masón había acordado con Braulio Botero que se pusiera entre la pared del cementerio y la carretera, por fuera del lindero de los muertos.
Ante la petición del administrador de la Fundación cementerio Libre de Circasia (César Augusto Londoño) para que le fuera enviada la información concerniente a la escultura que el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal pondría en dicho cementerio, el maestro Jorge Vélez Correa envió la nota y las fotos, con el fin de que todos los integrantes de la Junta incógnita, conocieran qué se estaba haciendo al respecto.
La nota del escultor, decía:
La Estrella, Antioquia julio 17 de 2017
Señores
Junta Cementerio Libre de Circasia
Me permito describirles la escultura que acompañaría la tumba del gran escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal; se trata de un bronce estatuario fundido a la cera perdida de tres metros de altura por ochenta centímetros de ancho. Este bronce que se inspira en el vuelo de los cóndores arropa en su parte central un busto del escritor (anexo imágenes). La obra está posada sobre un pequeño pedestal de 30 x 60 x 100 centímetros, enchapada en granito negro; el sitio elegido esta pensado para que armonice con el eje de simetría de la fachada del cementerio que la separa del monumento a Ñito Restrepo; la escultura de Gardeazábal tiene una altura similar a la del poeta.
Quedo atento a sus inquietudes y agradezco su diligencia para adelantar cuanto antes la instalación de la obra programada para agosto.
De antemano de gratitud,
Jorge Velez Correa. Escultor
Ya en oportunidad anterior, habíamos estado el maestro Jorge Vélez Correa y yo en el cementerio, tomando fotos y reseñando lo relacionado con el sitio donde iría la escultura.
Sin embargo, después de que los integrantes de la junta revisaron fotos, información y sitio, la respuesta enfática fue: “En el cementerio Libre no se permite ninguna escultura”
Los pensamientos modernos se quedaron en el pasado.
Los “dueños” del Cementerio que era libre en Circasia le dijeron no a la escultura, porque no entienden la importancia de un personaje como Gustavo Álvarez Gardeazábal.
Mi amigo Jesús María Cataño escribió: “Al envilecimiento del cementerio por parte de sus administradores no le falta sino un decreto similar al que produjo la excomunión de Baruch de Spinoza para que se complete el dibujo de los fanáticos hoscos y serviles, lobos del servilismo, que sucedieron en el tiempo a la figura liberal de don Braulio Botero y su grupo de luchadores formidables que se impusieron a los retrógrados de la hegemonía conservadora”
Los nuevos masones que se apoderaron de la junta «uniformaron» el cementerio, el mármol reluciente de Braulio, las águilas y las cruces gamadas, todas las cubrieron con pátina negra, todas las lápidas quedaron iguales y ya no reciben cadáveres sino cenizas.
¿Qué tiene Circasia para mostrar a nivel turístico? Era ese cementerio al que le decían “Libre” y que pudo haber dado un cariz turístico y diferente a Circasia, pero ya ni eso.
Lastimosamente, Circasia y su cementerio seguirán relegados, hasta cuando alguien entienda la importancia de la palabra libertad.
Hay cementerios en el mundo en los cuales reposan los restos de grandes librepensadores y escritores. El Cementerio de Montparnasse, en París. El Père Lachaise (Francia). Allí hay personajes famosos como Gertrude Stein, La Fontaine, Moliere, Balzac, Delacroix, Edith Piaf, Rossini, Chopin, Oscar Wilde y Jim Morrison.
La escultura del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal, la trasladaron el jueves 11 de enero al Cementerio Museo de San Pedro, donde la pondrán al lado de Jorge Isaacs y Tomás Carrasquilla.
Manuel Gómez Sabogal