Un estudio realizado por Black, S. E., Devereux, P. J. y Salvanes, K. G (2005) en la Universidad de California ha examinado de manera aislada los efectos del tamaño de la familia y el orden de nacimiento sobre los logros académicos de los pequeños.
El tamaño de la familia afecta negativamente a los hijos
En cuanto al tamaño de la familia, se teoriza que una muy grande afecta negativamente a los niños, ya que los recursos familiares tienen que estar más repartidos y el nivel de madurez del hogar es más bajo. Hasta ahora, la evidencia ha demostrado que los niños de familias grandes tienen menor nivel educativo. Para comprobar dichos datos, la muestra de este estudio ha sido toda la población de Noruega durante un largo periodo de tiempo. Efectivamente, encontraron una correlación negativa entre el tamaño de la familia y los logros de los niños, es decir, a mayor tamaño, menor nivel educativo. Sin embargo, cuando incluían la variable del orden del nacimiento de los hijos, el efecto del tamaño de la familia se reducía prácticamente a cero. Los resultados son robustos, pues han tenido en cuenta múltiples variables que pudieran tener también algún efecto, como los ingresos, y el impacto del orden de nacimiento se ha mantenido estable.
Los efectos del orden de nacimiento dentro de la familia
Tras este hallazgo, fue el orden de nacimiento de los hijos lo que los investigadores quisieron investigar con mayor profundidad. Encontraron que, especialmente las mujeres que habían sido la última hija de la familia obtenían menos ingresos, ya tuvieran un empleo a jornada completa o no, también tenían menos probabilidades de trabajar a jornada completa y era más probable que fueran madres adolescentes. En los hombres que han sido el último hijo, en cambio, sólo se cumple la tendencia a tener ingresos menores.
El segundo hijo tiende a ser más problemático que el primogénito
En cuanto al orden de nacimiento, también han encontrado que el segundo hijo suele ser más travieso, especialmente si se trata de un niño. Esto conlleva, en general, que tengan menos éxito en el colegio y en el trabajo que los hermanos mayores.
Estos efectos nada tienen que ver con problemas de salud o un nivel educativo menor. Todo se debe a los padres y al hermano mayor. Cuando llega el segundo hijo, los padres bajan la guardia porque ya tienen la práctica del primero, por lo que el ejemplo principal que tienen los recién nacidos son sus hermanos de, en general, 2 años. Por eso, se recomienda prestar atención y controlar las influencias del hermano mayor sobre el pequeño.
Efectos sobre la personalidad de los hijos
El orden de nacimiento también tiene efectos sobre la personalidad de los hijos. Por lo general, el primogénito ha sido formado para ser excelente y tener mucho éxito, el mediano es más comprensivo y conciliador, y el más pequeño, busca atención, ya que los padres ya tienen experiencia con los dos hijos anteriores y son más flexibles en cuanto a atención y disciplina.
En este artículo de La Voz del Muro se presentan estos tres tipos de personalidad en función del orden de llegada a la familia. Aquí dejamos un pequeño resumen:
Hermano mayor: el triunfador
Debido a la mayor atención y control recibidos por parte de sus padres, los hijos primerizos suelen ser muy responsables, saben comportarse y son como una versión en miniatura de los padres. Además, tienden a ser más dominantes y perfeccionistas.
Hermano mediano: el pacifista
Si eres el mediano de tus hermanos, puede que seas comprensivo, cooperativo, flexible y algo competitivo. Al no haber recibido tanta atención dentro de tu familia, tendrás un círculo de amigos muy cercanos y unas habilidades sociales, como la negociación, que pueden prepararte para el mundo laboral.
Hermano pequeño: el alma de la fiesta
Los hermanos más pequeños no suelen recibir tanta atención como sus hermanos mayores, por lo que aprenden a seducir a los demás con su simpatía y encanto. Además, gozan de más libertad e independencia.
Vía La Voz del Muro