La educación sexual de los niños y adolescentes es uno de los temas que más preocupa a los padres. Algunas de las preguntas más habituales son: ¿Cuándo comenzar a hablarle a mi hijo de sexo? y ¿Cómo hablarle de sexualidad?
Muchos padres experimentan sentimientos encontrados cuando llega el momento de abordar la educación sexual con sus hijos; algunos prefieren comenzar a hablar de sexo con los niños cuando todavía son pequeños, y hacerlo en un lenguaje natural y científico para que lo perciban como un elemento más de la vida humana. Otros consideran que es necesario esperar a que los niños crezcan y estén más cerca de la pubertad, a una edad razonable donde puedan entender aspectos como la reproducción, el ciclo menstrual, las hormonas y los genitales.
Para esclarecer el asunto y brindar herramientas a los padres, la Academia Americana de Pediatría nos comparte una serie de consejos útiles que podemos poner en práctica cuando los niños comiencen a hacer preguntas relacionadas con el sexo y la reproducción. También podemos emplear estos consejos para hallar la vía hacia una educación sexual apropiada e integral.
Comenzar por situaciones diarias
La hora del baño o el momento en que cambiamos de ropa a los niños son situaciones del día a día que ofrecen un escenario donde podemos hablar a los pequeños sobre las partes del cuerpo y explicarles, en un lenguaje que puedan entender, cuáles son sus “lugares privados” y por qué deben cuidarlos.
Cuando se trata de niños mayores o adolescentes, ver televisión con ellos y comentar las relaciones que aparecen en pantalla es un alternativa viable. Lo ideal es comenzar por preguntar a los niños o jóvenes lo que ya saben, y que pudieron haber aprendido en la escuela o con amigos; los expertos advierten que algunos chicos podrían evitar hablar del tema si perciben que sus padres se sienten incómodos, o intentar “ponerlos a prueba” haciendo preguntas incómodas.
Abordar las preguntas explorativas de forma natural
Es normal que los pequeños, e incluso los niños mayores, quieran saber cómo funciona el sexo. A veces, los adultos reaccionamos con nerviosismo a estas preguntas, o evitamos hablar del tema por nuestras propias inseguridades y “tabúes”.
Esta reacción no es la ideal. Lo que recomiendan los especialistas es evitar burlarnos o reírnos ante la curiosidad de los niños, ya que podrían sentirse avergonzados y, con esto, podríamos perder su confianza. La Academia de Pediatría sugiere a los padres:
- Evitar lucir avergonzados, pero tampoco asumir una actitud demasiado seria.
- Ser breve, respondiendo a las preguntas de la forma más sencilla posible (en especial cuando se trata de niños pequeños que no están preparados para escuchar hablar del coito sexual).
- Ser honesto con nuestros hijos y usar los nombres reales de cada parte del cuerpo; después de todo, si no lo descubren con nosotros, lo sabrán por otras personas.
- Procurar resolver todas las dudas que los niños o adolescentes puedan tener en el momento, preguntarles si han entendido nuestra explicación y estar abiertos a responder preguntas adicionales.
Educación sexual para todas las edades
Hay algunas preguntas que los padres pueden anticipar y que guardan una relación estrecha con las distintas etapas que atraviesan los niños a medida que crecen:
18 meses – 3 años. Los niños de entre 18 meses y 3 años de edad, por ejemplo, exploran su cuerpo constantemente. En esta etapa, es importante que los padres enseñen los nombres de cada parte del cuerpo a sus hijos para que ellos comiencen a familiarizarse al respecto. No es recomendable inventar nombres sustitutos porque esto podría hacer pensar a los niños que hay algo malo con el nombre real.
También es bueno que los padres aprovechen esta fase para enseñar a sus hijos cuáles son sus “partes privadas”.
4 años – 5 años. Los niños de estas edades a menudo muestran interés por los aspectos básicos de la sexualidad. Es probable que toquen sus genitales o los de otros niños; estas son conductas normales, sin embargo, es sumamente importante enseñar a los niños por qué no es correcto tocar los genitales de otros pequeños, establecer límites a la exploración.
Los niños deben comprender desde una edad temprano que los “juegos sexuales” en público no son correctos, y que nadie debe tocar sus partes privadas, excepto los médicos y enfermeros durante un examen físico y con permiso de sus padres, o sus padres cuando intentan descubrir la causa de una molestia genital.
5 años – 7 años. En este rango de edad, los niños aprenden más de las relaciones interpersonales (por la escuela, la televisión u otros niños), y puede que muestren un interés mayor en saber lo que ocurre en una relación sexual entre adultos.
Las preguntas serán más complejas en esta etapa, ya que los niños querrán saber cómo nacen los bebés; quizás ya lo sospechen antes de preguntar a sus padres, pero es importante que sean ellos quienes brinden orientación a sus hijos para garantizar que comprendan la sexualidad de forma saludable.
Lo que los niños aprendan a esta edad, irá con ellos toda la vida y será la base de las relaciones que establezcan en el futuro.
8 años – 9 años. En esta etapa, los niños manejan una moral más precisa y pueden distinguir entre lo correcto e incorrecto. También son capaces de entender que el sexo es algo que ocurre entre dos personas que se aman, así que puede que muestren interés por descubrir cómo se enamoraron sus padres, o miembros de su familia.
El amor, y el matrimonio, son temas de interés común para los niños en este rango de edad; es importante que los padres expliquen a sus hijos los distintos modelos de familia que pueden existir, que el amor no depende del género y que el afecto es algo distinto a sentirse atraído sexualmente por una persona.
Esta es la fase que todos los niños atraviesan en su camino a la pubertad, así que las lecciones que aprendan serán especialmente importantes para la adolescencia y la vida adulta.