Mirada de un recién llegado, de Luis R Castellanos
En una reunión a la cual asistí en días pasados, tuve la oportunidad de conversar con una colega educadora acerca de cómo se estaban desarrollando sus actividades educativas.
Me respondió que de todas las materias que impartía, la que menos le gustaba era «Historia». Le pregunté la razón. Y me contestó algo que me dejó sorprendido: «¡es que la historia es triste!»
Le volví a preguntar, esta vez el por qué de su respuesta.
Me contestó con un «este país (Estados Unidos) tiene una historia triste con racismo, esclavitud, y supremacía blanca».
La pregunta me sorprendió por varias razones. Primero porque la persona es blanca, y segundo por el desconocimiento acerca de la historia que tiene esta persona, educadora, y graduada en Educación en una universidad estadounidense.
Seguí preguntando: «¿en qué país se inició la esclavitud en el mundo?
– «En los Estados Unidos», me respondió.
Le respondí que la esclavitud se había iniciado miles de años atrás, alrededor del 2000 aC durante el mundo antiguo.
Las civilizaciones antiguas de Mesopotamia, Egipto, China, Grecia y Roma incluso tenían leyes para regular la actividad de la esclavitud. Y de hecho, se cuenta en la Biblio cómo Moisés se llevó al pueblo judío que estaba esclavizado en Egipto hacia Israel. Y de hecho, hasta en las civilizaciones precolombinas en América, se tenían esclavos. Por lo tanto, no debía preocuparse, ya que los estadounidenses no inventaron la esclavitud.
Le dije que podría enfocarse en los aspectos positivos de la historia, y que podría ayudar a sus alumnos a que se sintieran orgullosos de vivir en los EEUU.
Le pregunté que cuál había sido el país con mayor tráfico de esclavos en el continente americano, y se volvió a asombrar cuando la respuesta es Brasil, y no los EEUU. Y algo que se puede ver y sentir es que en Brasil no andan con eso del racismo ni con la discusión acerca de una «reparaciones» (compensaciones) por cosas que ocurrieron hace 2 siglos atrás.
Al final me di cuenta que su versión de la historia es triste porque la hace ver triste y miserable. Como educador, debe enseñar lo que ocurrió, sin la etiqueta de que fue «bueno» o «malo». Fue. Ocurrió. Y hay que saber eso.
Hay un dicho que reza: «quien no conoce su historia, está condenado a repetirla».
Lo malo es que los educadores de esa generación ya vienen con defecto de fábrica. Les enseñan desde las escuelas a odiar a los Estados Unidaos y a todo lo que representa, y por supuesto, les enseñan que todo ha sido malo y que no hay que sentirse orgulloso de lo logrado.
Nada más lejos de la realidad. Cada país, con sus aciertos y errores, tiene su historia, y sus habitantes deben conocerla y comprenderla. Y por supuesto, deben sentirse orgullosos de vivir y de pertenecer a su país.
Y de nuevo, si la historia es triste, hay que resaltar lo positivo y lo grande. Convierte esa historia triste en una historia alegre. De esa manera, hasta será más fácil de enseñarla, y será más fácil de aprender.
Parte de estar orgulloso de nuestro país consiste en respetar nuestra bandera, nuestro himno y los símbolos nacionales en general.
A veces me parece absurdo como en los EEUU existen algunos educadores que prefieren tener otras banderas en su salón, en vez de la bandera de los EEUU. Incluso hay algunos que veneran otras banderas por encima de la nacional.
Algo que me pareció sacado de una película distópica fue cuando en el evento del «Super Tazón» 2024, cantaron el himno nacional de los EEUU, y el himno nacional de los negros. Supuestamente el segundo himno nacional. Entonces, si hay dos himnos nacionales, ¿hay dos países? Cosas como esas hacen que el racismo sea exacerbado. Un solo himno, una sola bandera.