

La noción común de infidelidad de pareja suele ser vista como un acercamiento de tipo físico que involucra un contacto corporal externo (sin intimidad) o la consumación del acto sexual con una persona que no es nuestra pareja.
Las aventuras sexuales son la forma más evidente de engaño en una relación y una de las causas más comunes de rompimiento. Sin embargo, no es la única forma posible de ejercer la infidelidad y tampoco la más dañina.
Las aproximaciones silenciosas que van creando progresivamente lazos emocionales entre dos individuos son la previa de la infidelidad sexual. De hecho, establecer una aventura emocional con una persona ajena a nuestra relación es un indicio claro de que somos altamente propensos a ser infieles en un contexto físico.
Ser fiel no debe interpretarse como un capricho emocional, sino como una decisión voluntaria”.
Prevenir e identificar una conducta de infidelidad emocional puede ser más sencillo para el miembro de la pareja, el cual observa la situación desde afuera, que para aquel que la vive desde adentro. Según el psicólogo y autor Walter Riso, esto ocurre porque nos equivocamos al momento de establecer límites y motivos para ser fieles.
Erróneamente, asumimos que el hecho de amar a nuestra pareja nos hace inmunes a cualquier tentación y bajamos la guardia al acercarnos a otras personas. Interpretamos la fidelidad como una consecuencia de nuestras emociones y sentimientos, no como una decisión. El problema es que las experiencias emocionales pueden ser volátiles y se ven sujetas a nuestros estados de ánimo, esto hace que nuestra resistencia ante la infidelidad sea frágil.
Señales de alerta de infidelidad emocional
Según el psicólogo Seth Meyers, la infidelidad emocional puede entenderse como todo comportamiento de intimidad emocional que una persona comprometida en una relación emprende con alguien distinto a su pareja y que se presta para promover la intimidad sexual en el futuro.
La infidelidad emocional se presenta incluso dentro de una relación de amistad cercana cuando existe un interés o atracción mutuo, o cuando la persona dentro de la relación alienta el interés de alguien más para satisfacer su ego o distraerse de la sensación de aburrimiento que produce la monotonía en una pareja.
La infidelidad emocional puede ser difícil de detectar por la ausencia de contacto físico obligatorio para consumarse, no obstante, las siguientes señales de alerta son indicios claros de que podría estar creándose un vínculo emocional contraproducente para nuestra relación:
- Invertimos gran parte de nuestra energía emocional pensando en otra persona o bien compartiendo con ella información que no compartimos con nuestra pareja como nuestros sueños, miedos y esperanzas.
- Elegimos nuestro vestuario pensando en agradar a alguien distinto a nuestra pareja.
- Hacemos lo posible por pasar tiempo con esa persona y los momentos que compartimos con ella se convierten en memorias importantes.
- Compartimos con ese alguien especial nuestra insatisfacción por el estado actual de nuestra relación de pareja.
- Experimentamos ansiedad o culpa al imaginar que nuestra pareja pueda vernos con esa persona, principalmente porque sabemos que estamos haciendo o diciendo cosas que no diríamos en otras circunstancias.
- Mantenemos en secreto la frecuencia y cantidad de tiempo que invertimos en compartir con esa persona. Esto incluye ocultar nuestros mensajes de texto o borrar nuestro historial de llamadas.
- Comenzamos a sentir dependencia emocional hacia ese alguien distinto, mientras que la cercanía emocional con nuestra pareja se deteriora progresivamente.
Para la psicóloga y autora Gail Saltz, la única forma de prevenir o cortar de raíz la infidelidad emocional y salvar la relación es distanciarse de la persona con la cual se ha estado creando un vínculo emocional inadecuado.
Cerrar las vías de comunicación y acercarse nuevamente a la pareja es el primer paso, pero también es importante explorar los motivos que impulsaron a la infidelidad emocional.
Si existe poca compenetración o entendimiento en la relación, si una o ambas partes se siente poco valorada o dejada de lado es necesario reforzar las bases de la pareja mediante el diálogo sincero y abierto, compartir emociones, pensamientos, miedos y promover la intimidad emocional con el ser amado.