Por Manuel Gómez Sabogal
Lo hemos visto y lo vemos por la Avenida Centenario y hacia el norte. Construcciones nuevas, edificios de más de 15 pisos que oscurecen la vista a la cordillera. A nadie le importa, ni interesa que haya más y más construcciones por ese sector y acaben con el poco verde que queda.
Reviso, leo, busco y como siempre, encuentro lo que averiguo.
Estaba en Facebook cuando vi las denuncias de María Mercedes Patiño Castaño en su perfil. Puso fotos y frases, había comentarios y lo que mostraba era sencillamente triste.
La escritora Gloria Chávez Vásquez, en un artículo publicado en El Quindiano, en agosto de 2020, define a María Mercedes Patiño Castaño: “Además de artista, María Mercedes Patiño es activista de armas tomar. Una mujer de esas que, en la Edad de las Tinieblas, los fanáticos quemaban en la hoguera por decir la verdad y nada más que la verdad. Como mujer de acción ejerce su deber y derecho a manifestarse sobre lo que no funciona a su alrededor. En su sensibilidad artística, hasta presiente los desastres, ecológicos o patrimoniales, causados por el egoísmo humano. Quizás por eso su arte es tan impactante y honesto”.
María Mercedes escribió: ¿Cuándo va a parar? Y puso dos fotos muy dicientes:
Hubo varias respuestas. Entre ellas, Ulises Marín: “El paisaje que seremos”, Luz Elena Duque Guinand: “El cemento que nos quedó después de mil Recuerdos…”.
Mi comentario fue: “En Armenia no hay quién vigile, detenga, pare. Se debe hacer algo y muy pronto. Recuerdo que hay otro problema grave con una urbanización llamada «Natura», detrás del colegio Gimnasio Contemporáneo. Nadie se conduele de Armenia…”
En Twitter, Daniela Sierra Toro escribió: “En Armenia ya no saben en donde más construir un edificio. Es muy triste ver como una ciudad verde, se convierte en un panorama lleno de estructuras. Tráfico, precios elevados como si fuera Bogotá y cada vez más gente foránea que no siente ni una pizca de cuidado por la ciudad”.
Porque otro de los cuentos se llama “Natura” que sigue en veremos. El domingo 13 de febrero pasé por allí con un amigo, pues quería mostrarle que todo estaba igual y nada había cambiado.
El proyecto de NATURA es un verdadero fiasco. Un amigo cayó ahí. Como el tiempo pasaba y no le entregaban el apartamento, me contactó y lo acompañe a planeación municipal, donde nos dijeron que a esa construcción le faltaban unos papeles y que no los habían llevado. Fuimos luego a la curaduría y allá tampoco tenían todo en regla.
Ver “Natura”, un verdadero fiasco
Construcciones y muchas más, día a día, pretendiendo que así se atraen más y más foráneos porque este es un buen vividero. Ya hay “edificios” detenidos porque no cumplían con algunos requisitos. Uno de ellos, entre la Avenida Centenario y la Avenida Bolívar, por el sector de la brigada.
Por favor, se debe hacer algo al respecto. Armenia necesita un verdadero Plan de Ordenamiento Territorial o van a acabar con el poco verde y a nadie le importará.
O puede más el dios dinero y se aprueban proyectos por doquiera y sin problema alguno. Se requiere controlar esta situación. ¡Hagan algo, por favor!
Además, el jueves 17 de febrero, pude leer en El Quindiano: “Por lo menos 50 obras de construcción sin su respectiva licencia han sido detectadas durante las últimas semanas por el personal técnico del Departamento Administrativo de Planeación Municipal de Armenia”.
¿Esto también influye para que veamos tantas y tantas construcciones en lugares que ni imaginamos? Se pasan todo por la faja y hay quienes de pronto, ayudan a evadir los permisos, licencias y todo lo relacionado.
Para completar, algunos proyectos de vivienda que se están construyendo en Armenia están en la cuerda floja debido a su mala calidad. Propietarios están inconformes con lo que les han entregado, pues aseguran que no es nada de lo que les habían prometido.
Esta última foto, la puso María Mercedes Patiño Castaño el domingo 20 de febrero para que sigamos viendo el daño que se le está haciendo al verde en Armenia.
Por favor, que alguien tome cartas en el asunto y revisen bien, porque la situación está grave. No quiero que sea ella sola quien denuncia. Somos muchos los que estamos en contra de lo que está sucediendo en Armenia. Que nos importe Armenia mucho más.
Definitivamente, mi pueblo ya no es mi pueblo…