
Por Manuel Gómez Sabogal
No sé por qué se me ocurrió recordar momentos que siempre he tenido en mi mente, pero que nunca pude grabar o tomar una foto, porque en esa época no había redes sociales ni celulares, aunque sí cámaras, pero no encontré a alguien con una de ellas en esos dos sitios. Además, no pensaba en la importancia de las fotos o mejor, la documentación de algo interesante. Es decir, me perdí esas fotos o vídeos para mostrarlos hoy o en cualquier instante.
En septiembre de 1988, organizamos el Festival Nacional Universitario de Duetos en su cuarta versión. Habíamos invitado a grandes personajes como jurados de dicho evento, el cual se realizó en el Coliseo del café de Armenia.
Fui al aeropuerto a esperar al genial hombre de la música Hernán Restrepo Duque, al compositor colombiano Álvaro Dalmar y al integrante del famoso “Dueto de antaño” Camilo García, jurados del evento mencionado.
Era un momento inolvidable. Porque por primera vez y en Armenia, se encontraban estos tres grandes para ser jurados en un evento nacional y universitario.
El avión se retrasó, me senté a esperar y de pronto, me hice al lado de la gran Celia Cruz, quien se hallaba en compañía de Daniel Santos. Se habían presentado la noche anterior en el Coliseo del café y esperaban el avión para ir a Bogotá. Charlamos un buen rato acerca de su experiencia en Armenia y del público que asistió a la presentación.
Buscaba con la mirada a algún conocido que tuviese una cámara, porque no quería dejar pasar desapercibida esa ocasión. Una foto con esos dos personajes de la música mundial era algo especial. Pero, no encontré a alguien. En ese momento, los llamaron a la sala de espera, nos despedimos y me perdí ese instante.
Lo grabé en mi mente, hasta el día de hoy cuando lo saco a relucir. Fue inolvidable, pues conversé con la guarachera de Cuba y el Inquieto Anacobero. Pero solo lo supe yo.
Años después, en el 2005 para ser más precisos, se realizaron en Armenia algunos partidos de fútbol del Suramericano Sub 20. Y aquí estuvo la selección de Argentina.
Por Colombia, Hugo Rodallega era la estrella de dicho torneo. Sin embargo, Argentina traía entre sus jugadores a un pequeño jugador, Lionel Messi.
Pasaba frente al hotel Zuldemayda, sede de la selección de Argentina y allí, parados frente al hotel, había algunos de los jugadores. Me acerqué y me puse a conversar con ellos. Estaba Messi, simpático y agradable. Hablamos de fútbol y de dicho torneo. Me despedí y seguí como si nada hubiese pasado.
Hoy, años después, esos dos momentos llegan a mi memoria y los transcribo en esta nota, porque compartirlos vale la pena.
Me perdí las fotos de instantes inolvidables, pero aquí se quedaron conmigo esos increíbles momentos…