
Por Manuel Gómez S
El año pasado, después de la reunión de jubilados y pensionados de la Universidad del Quindío, programada por la misma institución y con gran asistencia, el ánimo fue tan grande, que se proyectó la organización de una tertulia musical para el mes siguiente con gran éxito. Mucha concurrencia y gran charla musical con Mario Ramírez Monard.
El viernes 27 de septiembre, de 4 a 6 de la tarde, en el Auditorio “Euclides Jaramillo Arango” se realizó la tertulia “Canciones e historias”, dirigida a personal administrativo, docentes, jubilados y pensionados de la Universidad del Quindío.
Se quiso efectuar cada mes, pero no hubo respuesta de los directivos.
Amanecerá y veremos dijo alguien y surgió el grupo de pensionados en WhatsApp. A buena hora se les ocurrió a quienes integran el grupo de Gestión Humana el incluir Grupo Pensionados. Es decir, por fin, ya nos volvíamos visibles en la Universidad del Quindío, gracias a Martha Liliana Giraldo y Elizabeth Laserna, integrantes del equipo de Gestión Humana.
Así pasó el 2024. Hasta cuando en el 2025, sucedió algo inesperado:
“Buenos días, estimado Manuel. Mi nombre es Juan Sebastián Bayona Salazar y hago parte del equipo de trabajo de Gestión Humana de la Universidad del Quindío. Quiero que me indique en qué momento del día me podría contestar una llamada, muchas gracias”.
Le aclaré que quien es el líder de los viejitos jubilados en la UQ, es el loco mayor del mundo mundial, Mario Ramírez Monard. No sabría si él aceptaría una reunión sobre el tema, porque se había cansado de solicitar un encuentro de evaluación y nadie le había contestado.
Después de más chats por WhatsApp, se hizo una reunión el jueves 26 de febrero a las 3 de la tarde.
Puntuales, muy puntuales, asístimos Juan Sebastián Bayona Salazar, Diana Fernanda Bermúdez Restrepo, Mario Ramírez Monard y yo. Nos ubicamos en una agradable cafetería cerca a los campos deportivos.
Juan Sebastián se reuniría con el señor rector para contarle lo relacionado con nuestro encuentro y todo lo que pensábamos acerca de lo que deberían ser las relaciones entre jubilados y la UQ, es decir, que supieran en la UQ que somos parte de la misma, así como reza el lema que aparece a la entrada de la institución.
Se realizó la primera tertulia musical en el Auditorio “Euclides Jaramillo Arango”, el 27 de marzo de 2025.
Participaron Angi Lucumí, egresada de la Universidad del Quindío y una gran artista. Estuvo con su guitarrista de cabecera. Álvaro Bolívar, pensionado y cantante de tangos y boleros, quien deleitó a la concurrencia con sus canciones. Así mismo, el creador del Centro Audiovisual, Ermanno Parodi, quien interpretó canciones en italiano, inglés y español.

Además, estuvo el grupo de cuerdas de la Universidad del Quindío, bajo la dirección de Carlos Candamil, grupo que se encargó de realizar un mini concierto de 30 minutos.
Mucho público asistente. Sí. Personas mayores de 65 años, quienes se deleitaron con la programación realizada.
El público salió animado y con ganas de asistir a la segunda tertulia musical del año, esperando nuevas estrellas de la canción. Dicha tertulia se programaría para abril.
Sin embargo, pasaron abril, mayo y junio. Se llegó a mitad de semestre y vacaciones. Lo que se creyó que iba a ser una tertulia musical mensual, gracias a ese ánimo e impulso de Gestión Humana de la Universidad del Quindío, volvió a convertirse en lo mismo de siempre, como la canción aquella: “palabras, palabras, palabras…”
Se formó un grupo de pensionados UQ en WhatsApp para mayor cercanía entre jubilados y UQ, pero como dice la otra canción: “La distancia entre los dos es cada día más grande…”
Parece que algunos en Gestión Humana aprendieron de los politiqueros de tercera de este país. A prometer…
Porque las promesas quedaron en eso. Promesas, sueños y divagaciones. Una reunión llena de sueños, hoy, imposibles.
Ojalá haya otros que lideren encuentros, tertulias musicales, muestras de pintura, dibujo, feria de libros escritos por jubilados y que sean quienes sigan demostrando que los docentes y empleados jubilados de la Universidad del Quindío continúan haciendo, viviendo, porque que todavía tienen creatividad y saben innovar.
No solamente fuimos docentes o empleados, fuimos más que eso, así algunos de las nuevas generaciones desconozcan nuestra labor.
Muchos todavía podrían aportar demasiado a la universidad y a la comunidad, pero algunos de quienes hoy están allí, incluso en Gestión Humana, creen que estamos muertos en vida, que somos muertos vivientes.
Ya quisieran muchos de ellos ser mejores que quienes pasamos por la Universidad del Quindío. Les falta dinamismo, empuje, innovación, creatividad.
Y los jubilados, bien, gracias. Seguiremos, como siempre, en el patio trasero de la Universidad del Quindío. Mejor dicho, así como la canción aquella: “No te aferres a un imposible…”
Sin embargo, para completar, el señor rector escribió en su Facebook el sábado 14 de junio:
“Asumí la rectoría con varios compromisos, uno de ellos es materializar acciones que contribuyan a la sana convivencia y el bienestar de docentes, estudiantes y administrativos. A lo ya hecho, sumamos la puesta en funcionamiento, esta semana, de la primera zona de encuentro y esparcimiento para funcionarios, ubicada en el bloque administrativo 2. Espacios idénticos ya están proyectados para el uso exclusivo de estudiantes y docentes”
Es decir, ahora sí entiendo por qué murieron las tertulias musicales de los jubilados. Los jubilados no estaban en los planes del señor rector.
Eso sí, que no se crea que los jubilados mendigamos algo o que queremos volver a pertenecer a la nómina de la institución. La idea ha sido otra y por eso, me quedo con una letra que anima y da fuerza:
“Caballero, hay que gozar la vida que de pronto el tiempo se te va. Disfruta lo que tienes, que cuando te vayas, no te llevas na’…”
“Hay amigos pa’ siempre, y otros vienen y van, pero todos vivimos en una ruleta que no para mas…”
“Camina pa’lante, no le tengas miedo que los que critican se critican ellos y busca tu suerte que nada está escrito, no mires atrás…”
“Caballero, gózate la vida, caballero no lo pienses más y vive lo que puedas, caballero goza, vive hasta el final…”
