Traducido por Luis R Castellanos de Back then History
Si bien los orígenes de la cuerda para saltar son algo confusos, sabemos que la cuerda para saltar fue traída a América por los colonos holandeses en el siglo XVII.
Al principio, saltar la cuerda se consideraba un juego exclusivamente para niños. Luego, en el siglo XIX, grupos de niñas comenzaron a jugar con cuerdas para saltar. Lo hicieron en contra de la recomendación de la mayoría de los libros de consejos, que advertían contra el exceso de actividad física.
A medida que el tiempo libre aumentó a lo largo del siglo XIX, las niñas comenzaron a saltar la cuerda en cantidades cada vez mayores y, a principios del siglo XX, había líneas claras entre los juegos de saltar la cuerda para niños y niñas.
Los juegos de los niños generalmente se centraban en la competencia, mientras que las niñas generalmente saltaban la cuerda en grupos y desarrollaban varias canciones rítmicas para acompañar sus saltos. Algunas, como la conocida rima “osito de peluche, osito de peluche”, enfatizaban las habilidades acrobáticas y requerían movimientos específicos, mientras que otras, como “Cenicienta”, se centraban en las relaciones.
Con el tiempo, saltar la cuerda también se convirtió en una actividad atlética popular entre los adultos. Hoy en día, a los niños de todos los géneros les gusta saltar la cuerda, ya sea solos o en grupo, y muchas de las canciones desarrolladas por generaciones pasadas todavía están en uso, muchas de ellas con modificaciones líricas menores.